La preservación del lobo gris en el Estado de México

 14-08-2024
Noelia Acuña
   
Portada | Estado de México
Foto: Gobierno de Edomex

Foto: Gobierno de Edomex

En el Estado de México, la preservación del lobo gris mexicano cobró importancia crucial debido a su estatus como especie en peligro de extinción. Ante la amenaza que enfrenta este depredador, las autoridades implementaron diversas estrategias para asegurar la supervivencia, destacando los esfuerzos realizados por la Comisión Estatal de Parques Naturales y de la Fauna (Cepanaf).

Con el objetivo de preservar y proteger al lobo gris mexicano, la Cepanaf implementó un plan de recuperación en el Estado de México. Este esfuerzo se lleva a cabo en dos importantes centros: el Parque Estatal "Hermenegildo Galeana" en Tenancingo, que actúa como centro de reproducción y, el Centro de Conservación de Especies "El Ocotal" en Timilpan, que funciona como un santuario para esta especie.

Desde 2016, la Cepanaf logró el nacimiento y desarrollo de 17 cachorros de lobo gris mexicano en estos centros, bajo un estricto control y cuidado humano. Cada ejemplar es monitoreado mediante cámaras trampa y circuitos cerrados, recibiendo alimentación adecuada y seguimiento en su reproducción, con la intención de liberarlos eventualmente en zonas naturales protegidas.

Históricamente, el lobo gris mexicano habitaba un amplio territorio que se extendía desde México hasta Texas y Arizona, en diversas regiones, desde zonas desérticas hasta bosques. Sin embargo, la caza desmedida a mediados del siglo XX casi lo llevó a la extinción. La disminución de sus presas naturales y su tendencia a atacar el ganado provocaron su persecución por parte de ganaderos y autoridades. Por otra parte, el lobo gris mexicano es un animal nocturno cuya dieta incluye venados, borregos, antílopes, liebres y roedores.

No obstante, hacia 1950, el lobo mexicano prácticamente había desaparecido en estado salvaje, pero, los esfuerzos para la recuperación comenzó en la década de 1970, cuando se inició un programa de cría en cautiverio en ambos países. Gracias a estas iniciativas, la población de lobos fue en aumento y, en 2012, se estimó la existencia de 75 lobos en áreas de recuperación, y en 2014 se produjo el primer nacimiento de un lobo en estado salvaje tras su reintroducción en la naturaleza.

Finalmente, en enero de 2024, el Comité Binacional México-Estados Unidos para la conservación trasladó a Estados Unidos un lobo nacido en 2018 en "El Ocotal". Este ejemplar será acoplado con una hembra reproductiva, y los cachorros resultantes serán reintroducidos en la vida silvestre bajo el cuidado de una nodriza.




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