Foto: thewhitehouse
La Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU por sus siglas en inglés), presentó varias solicitudes a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP), al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y a la Administración de Seguridad del Transporte (TSA) por los controvertidos programas de reconocimiento facial en las aduanas durante la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
El programa ha sido objeto de fuertes críticas por parte de políticos y la ACLU, pues aseguran que el gobierno de Estados Unidos atenta contra la privacidad de las personas. Durante el gobierno del presidente Trump, el reconocimiento facial se puso en vigor en las fronteras con un polémico programa biométrico el cual toma fotografías del rostro de las personas que entran en el país por cualquier acceso, esas imágenes son guardadas en una base de datos y se mantiene salvaguardada por la seguridad nacional del país.
Por otra parte, la solicitud busca atender una amplia gama de preocupaciones alrededor del reconocimiento facial. Algunos son acuerdos con compañías privadas de aerolíneas, políticas formales e informales donde se explica quién puede acceder y almacenar los datos.
Además, la ACLU exige una explicación a detalle sobre cómo los agentes del control fronterizo utilizan la tecnología en los rostros de las personas que intentan cruzar la frontera y permiten una vigilancia gubernamental indetectable a gran escala.
Detalles también son exigidos por la ACLU sobre algunos planes a futuro con el principal objetivo de saber cómo seguirán operando el sistema de reconocimiento facial. El sistema tiene la finalidad de determinar si la persona que desea ingresar al país aparece es la misma del pasaporte mostrado ante el funcionario de inmigración al momento de entrar o salir del país.
Esa situación generó una gran polémica entre los ciudadanos estadounidenses por no tener la tranquilidad de poder salir o entrar del país sin la necesidad de escanear y registrar sus rostros, además la captura de información presenta algunos errores, por tanto, la ACLU también desea saber detalles precisos de lo que sucede cuando el sistema no es efectivo al identificar los rostros.
Cabe señalar, las agencias de control fronterizo probaron los sistemas de reconocimiento facial bajo la administración del ex presidente Barack Obama y fue hasta la administración del presidente Donald Trump que comenzó a expandirse el sistema de identificación de rostros por todas las fronteras.
Hasta el momento, los estadounidenses tienen la opción de participar o no en el proceso, no obstante, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos hizo obligatorio el programa en 2019 y después de eso se retiró el programa entre varias críticas por atentar contra la privacidad de las personas.
Hasta ahora, la tecnología de reconocimiento facial es una herramienta muy útil en cualquier rubro, tiene múltiples aplicaciones en las industria;, la mayoría de los sistemas de reconocimiento facial dependen de imágenes en 2D porque la cámara no tiene la suficiente capacidad de capturar la profundidad de campo a fin de obtener información de la longitud de la nariz, o la profundidad de la cavidad ocular. A su vez, la base de datos de referencia en China y Estados Unidos, países donde se aplica esta tecnología aún registra fotografías de identificaciones oficiales las cuales solo tiene una perspectiva lo que conlleva a tener muy poca información de los rostros.
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