Ciudad de México,
Judith Moreno
Crédito foto: X @southaferreira
El número de fallecidos tras el operativo policial más letal registrado en la ciudad brasileña ascendió a 132 personas, según informó la Defensoría Pública regional. El operativo se llevó a cabo el 27 de octubre en los complejos de favelas del Alemão y de la Penha contra miembros del Comando Vermelho. Entre los muertos figuran cuatro agentes de seguridad.
Durante la madrugada del miércoles, residentes del Complexo da Penha trasladaron más de 60 cuerpos a la plaza São Lucas. Las víctimas fueron alineadas en el suelo sin cubrir, a la vista de familiares y vecinos. Defensa Civil llegó horas después para llevarse los restos, de acuerdo con medios locales. Según testigos, varios cadáveres presentaban lesiones visibles, incluidos disparos en la nuca, heridas en extremidades y marcas de violencia en la espalda.
La abogada Flávia Fróes, presente durante la retirada de los cuerpos, informó que los cadáveres fueron hallados en una zona boscosa entre los complejos intervenidos. De acuerdo con sus declaraciones, entre quienes ayudaron en la remoción se encontraban personas en situación de calle y menores de edad. Un niño de aproximadamente nueve años colaboró en la tarea, informó Folha de São Paulo.
Igualmente, el gobierno regional indicó que los enfrentamientos comenzaron cuando los sospechosos respondieron a las acciones de seguridad. Según datos oficiales, 81 personas fueron detenidas, se incautaron 93 fusiles y media tonelada de drogas. El operativo movilizó a 2.500 agentes y decenas de vehículos blindados para ejecutar 100 órdenes de detención.
Cientos de familiares acudieron a las inmediaciones del Instituto Médico Legal y plazas cercanas en búsqueda de información. La madre de una de las víctimas relató haber encontrado a su hijo de 20 años con la muñeca atada. Otras personas reconocieron a sus familiares en el lugar por detalles visibles en los cuerpos, algunos de ellos expuestos sin identificación oficial.
Raull Santiago, activista y comunicador comunitario, afirmó que la exhibición de los cadáveres fue solicitada por familiares para mostrar las condiciones en que fueron encontrados. "Una escena que entra para la historia de terror de Brasil", señaló.
Además, la Defensoría Pública acompañó desde la madrugada los trabajos forenses e informó que recabó testimonios de habitantes y allegados a las víctimas. El organismo señaló que su presencia busca facilitar una respuesta institucional ante los hechos registrados.
Por la noche del 29 de octubre, varias zonas de Río de Janeiro presentaron baja circulación y comercios cerrados. En barrios como Tijuca, Vila Isabel y Laranjeiras, vecinos reportaron calles vacías y suspensión de actividades en espacios nocturnos. La autopista Grajaú-Jacarepaguá, una de las principales vías en la zona norte, fue reabierta cerca de las 3:30 de la madrugada, informó el Centro de Operaciones y Resiliencia del municipio.
Finalmente, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos manifestó estar horrorizada por los hechos y solicitó una investigación pronta y efectiva. En un comunicado, el organismo internacional recordó a las autoridades brasileñas sus obligaciones conforme al derecho internacional.