Ciudad de México,
Andrés Zimbrón
Crédito foto: Lukas on Unsplash
Existe una disyuntiva sobre si debe haber o no un pasaporte Covid-19 para viajar a fin de mantener el control en aeropuertos, estaciones de ferrocarriles, autobuses, etc. La medida podría ser benéfica para una pronta apertura al turismo y la movilización a nivel mundial, pero también podría ocasionar una violación a la información de salud privada para las personas.
Por un lado, los expertos en seguridad esperan que cada uno de los gobiernos desarrolle un sistema global para la credencialización de los reportes de vacunas. Es decir, un pasaporte el cual podría utilizarse en todas partes para poder trasladarse e identificarse como una persona ya vacunada o no portadora del virus SARS-CoV-2.
Estados Unidos, ha planteado la posibilidad de tener ya un pasaporte Covid-19 para viajar a nivel local. Sin embargo, la administración de Joe Biden aún cuestiona todavía si esto podría ser factible sin invadir la privacidad de las personas.
"De ser posible tener una identificación de vacunación, los estados están obligados a informar sobre cuántas personas están vacunadas. Esa información debe ser divulgada de manera pública", señala JP Pollak, cofundador y arquitecto jefe del Proyecto Commons, empresa que desarrolla una aplicación móvil a nivel mundial para almacenar los resultados de pruebas Covid-19.
A pesar de ser una iniciativa para proteger la estabilidad sanitaria del país, existen diversos problemas con las credenciales de vacunación. Una de ellas es la forma de mantener la privacidad de los datos, otro factor son los tiempos de respuesta para afirmar quién ha sido vacunado, recuperado del virus o ha dado negativo en alguna prueba.
El artículo publicado en Pandemic Insights Group on Behaviours demuestra además que, aunque podría alentar a las personas a vacunarse, también podría ocasionar que otras personas salgan deliberadamente a infectarse. Ello con la intención de dar positivo en anticuerpos y obtener un certificado el cual les permita mezclarse más libremente. También puede alentar a la gente comportarse como si ya no estuviera en riesgo, descartando el uso de mascarillas e ignorando el distanciamiento social.
John Drury, profesor de psicología en la Universidad de Sussex y coautor del artículo afirma que tener una certificación sobre la Covid-19 puede fomentar una sensación de no riesgo. De esa manera, podría resultar en comportamientos que aumenten el riesgo de infección o transmisión en la población. Encima, tener una certificación de inmunidad basada en un resultado positivo en las pruebas Covid-19 podría generar un efecto de requerir deliberadamente un certificado.
Si bien, los beneficios de tener un certificado Covid-19 pueden permitir que las personas vayan a espectáculos masivos o viajen con mayor libertad y seguridad, también se debe considerar su potencial daño. Por lo tanto, las autoridades a nivel mundial deben analizar con sumo detenimiento la forma apropiada para desarrollar los pasaportes sin atentar contra la información privada de las personas.