Ciudad de México,
Noelia Acuña
Crédito foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)
En un reciente informe, el Banco Mundial (BM) pronóstico las perspectivas económicas para Indonesia, anticipando un crecimiento constante para los próximos años. Este impulso se atribuye a varios factores, incluido un repunte en el gasto público, un aumento en la inversión empresarial y una demanda de consumidores sólida y constante.
Según el informe, se espera que el Producto Interno Bruto (PIB) de Indonesia crezca en promedio un 5.1% anual entre 2024 y 2026. A pesar de los desafíos que enfrenta la economía mundial, como la volatilidad en los precios de los productos básicos y la incertidumbre geopolítica, se prevé para Indonesia un crecimiento estable.
Carolyn Turk, directora del Banco Mundial para Indonesia y Timor-Leste, atribuyó este éxito económico al sólido marco de política macroeconómica del gobierno, la cual ha atraído inversiones al país. En este sentido, destacó la importancia de mantener políticas macroeconómicas prudentes y transparentes, al tiempo que se permite un gasto prioritario en áreas como la protección social, la educación y la infraestructura.
De esta forma, el informe también señaló, el aumento en los precios de los alimentos impulsó la inflación en el país y se espera que la inflación promedie alrededor del 3% en 2024. Esto se debe en parte a las condiciones climáticas adversas que afectaron las cosechas de arroz y la suba de los precios de los alimentos en general.
Las respuestas a estas presiones inflacionarias, el Banco de Indonesia elevó su tasa de interés de referencia en abril de 2024 al 6.25%, el nivel más alto desde 2016. Así, se espera que el Banco Central comience a recortar las tasas el próximo año para estimular la economía. Por otro lado, el Gobierno de Indonesia está aumentando el gasto social y la inversión pública, a pesar de la disminución de los ingresos debido a la caída de los precios de las materias primas.
Cabe destacar, el informe del BM también identificó varios desafíos estructurales para la economía indonesia, como la concentración en el sector manufacturero, la desaceleración en la reducción de las disparidades de ingresos regionales, el crecimiento salarial débil y la movilidad geográfica limitada de la fuerza laboral. Para abordar estos desafíos y lograr el objetivo de convertirse en una economía de ingresos altos para 2045, Indonesia tendrá que impulsar la inversión y la actividad del sector privado. Esto requerirá de reformas regulatorias para fomentar la apertura de mercados que mejoren la productividad en sectores clave como el manufacturero y de servicios.