Foto: UN Photo/Mark Garten
Tras el anuncio de quiebre de la aerolínea comercial inglesa Thomas Cook, el pasado 23 de septiembre de 2019, la aerolínea solicitó ayuda del Estado y compañías de seguros para regresar a su origen, a alrededor de 600 mil personas que actualmente se encuentran varadas en el extranjero. Ante la situación, el primer ministro, Boris Johson, cuestionó el papel por tomar del Estado como responsable de regresar a miles de viajeros cuando la empresa todavía mantiene a directivos bien remunerados. Lo hizo desde la sede de Naciones Unidas.
La aerolínea comercial inglesa Thomas Cook, también es reconocida por contar con reservas de hoteles, complejos turísticos y ser la elección de al menos 19 millones de viajeros al año. La compañía británica con 178 años de historia y la segunda más grande en Reino Unido, declaró a través de un comunicado este lunes 23 de septiembre, como un hecho histórico, el cese total de sus operaciones por falta de liquidez. Sin oportunidad de acceso a capital por un valor de 227 millones de euros, la empresa dejó a poco más de medio millón de turistas en sus destinos, entre los que se encuentran 150 mil británicos en destinos como el Caribe y Cancún.
Como parte de la resolución del problema, el gobierno de Reino Unido deberá iniciar un plan de rescate de todos los viajeros abandonados por la aerolínea. Sin embargo, este martes, Johnson cuestionó los altos salarios de los directivos cobrados justo antes del anuncio. Además de poner el tema salarial sobre la mesa, el mandatario, reiteró la falta de seguro del operador turístico ante la quiebra, dejando completa responsabilidad de los sucedido al gobierno de Reino Unido.
En declaraciones realizadas en Nueva York, durante la Asamblea General, celebrada a lo largo de esta semana (23 al 27 de septiembre) en las Naciones Unidas, el primer ministro dijo tener preguntas a los directivos sobre la ética de haberse pagado grandes cantidades de dinero cuando ya existía la posibilidad de un quiebre. También dijo que la ausencia de un seguro por parte de los operadores turísticos para cubrir casos del estilo, era una mayor eventualidad por resolver.
Ante lo dicho por el primer ministro, medios ingleses aseguraron que el consejero delegado de la aerolínea, Peter Frankhauser, ha registrado ganancias por 8.3 millones de libras, al menos 10.3 millones de dólares, sumados a los 4.3 millones de libras en 2015. En respuesta, el gobierno de Reino Unido aseguró la falta de disposición a meter dinero para compensar malos usos.
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