Foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)
Luego de que los presidentes de Brasil, Colombia y México publicaran un comunicado compartido en donde exigían al régimen de Nicolás Maduro la publicación de las actas electorales, pero sin emitir ningún tipo de condena por la represión de los manifestantes ni la falta de transparencia, se despertaron dudas con respecto a las intenciones que estos tres mandatarios podrían tener con Maduro. Luiz Inácio Lula da Silva, Gustavo Petro y Andrés Manuel López Obrador exigieron la publicación de los resultados, pero se abstuvieron de votar a favor de esta misma exigencia sumada a una condenada hacia el régimen chavista en la cumbre de la Organización de los Estados Americanos (OEA).
Estas dudas suscitadas por la declaración de los tres mandatarios han llevado a pensar que puede existir cierta complicidad de los tres países de la región con los intereses del gobierno chavista. Según, Roderick Navarro, político venezolano, los presidentes de Colombia, Brasil y México ofrecieron tiempo a Maduro para presentar sus actas y establecer una negociación en la cual puedan excluir a la líder opositora, María Corina Machado. "Este espacio promete dejar un escenario favorable para que Maduro pueda presentar sus actas forjadas y ganar más tiempo para normalizar la reelección del tirano", asegura Navarro.
Asimismo, el político venezolano exiliado en Brasil desde 2017 señala los comentarios del asesor internacional de Lula, Celso Amorín, quien aseguró que la oposición venezolana solo habla de fraude electoral sin pruebas relevantes. Además, el partido del presidente brasileño reconoció la victoria de Nicolás Maduro sin la necesidad de exigir pruebas. En efecto, Navarro considera que "es muy probable que [los presidentes de Brasil, Colombia y México] acepten y reconozcan a Maduro con la acción inconstitucional e ilógica que realizará el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) para validar a su aliado, y de esta manera, tratar de frenar la caída de la dictadura a toda costa en los próximos días".
Por su parte, el régimen de Maduro no sólo no ha publicado las actas electorales que los venezolanos y toda la región le exigen, sino que además presenta argumentos endebles. Mientras el Consejo Nacional Electoral (CNE), controlado exclusivamente por Maduro, publicó los resultados que daban por ganador a Nicolás Maduro, el mismo régimen aseguró que sufrió un ataque cibernético, desde Macedonia del Norte, y por eso no puede presentar las actas. No obstante varios actores, como la OEA, han desmentido la posibilidad de un hackeo cibernético. Por lo tanto, la veracidad de los resultados electorales recae solo en la palabra de las autoridades del CNE.
Hasta el momento, los enfrentamientos con la policía en Venezuela dejaron un saldo de 17 personas muertas y la detención de alrededor de mil manifestantes. Se han denunciado secuestros de testigos electorales y mecanismos de persecución para secuestrar a todas las personas que participaron de las manifestaciones. Además, el régimen planea la construcción de dos gulags caribeños para "reeducar" opositores. Los mandatario de Brasil, Colombia y México no se han pronunciado sobre estos aspectos.
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