Skyfoto (Wiki Commons: CC POR 4.0) (foto sin cambios)
Las cárceles de Finlandia han dado mucho de qué hablar, pero no por violaciones a los derechos humanos de los presos, sino por su modelo de "cárceles abiertas". En estas "prisiones abiertas", los reclusos pueden poseer un vehículo, salir para ir al trabajo o la escuela y recibir invitados para pasar la noche. Actualmente, Finlandia está financiando programas educativos donde los prisioneros aprenden habilidades tecnológicas como la inteligencia artificial, según un reportaje de Insider News.
En dichas cárceles abiertas no existen celdas, sino dormitorios y los reclusos pueden salir y entrar de las instalaciones. Asimismo, los internos de estas prisiones pueden estudiar carreras en tecnología y aprender inteligencia artificial, todo financiado por el gobierno de Finlandia. En entrevista, Pia Puolakka, project manager del Proyecto de Prisiones Inteligentes (Smart Prision Project), explicó que las cárceles abiertas se basan en el principio de normalidad e igualdad. De acuerdo con Puolakka, los prisioneros deben tener el mismo acceso a los derechos de cualquier ciudadano, aun cuando haya cometido un delito.
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Contrastando, estudios posicionan a Finlandia como el país más feliz y más seguro del mundo, pues sus habitantes reciben generosos beneficios públicos, cuidado universal de la salud, guarderías subsidiadas por el Estado y matrícula universitaria gratuita. Según el programa de Prisiones Inteligentes, los presos deben tener acceso a estos beneficios para reinsertarse a la sociedad con oportunidades y ayuda de consejeros.
Siguiendo esta línea, las métricas defienden el programa de reinserción social de Finlandia, pues el porcentaje de reincidencia se redujo considerablemente desde los años 90, siendo uno de los más bajos de Europa. De acuerdo con Welcome Open Research, solo uno de cada tres reclusos vuelve a la cárcel una vez que cumplió su condena en Finlandia. En Estados Unidos, por ejemplo, dos de cada tres personas reinciden en la actividad delictiva a menos de dos años de su liberación.
Como parte de su programa de cárceles abiertas, la Agencia de Sanciones Penales de Finlandia está invirtiendo en el entrenamiento tecnológico por parte de los presos. Los internos que se decanten por esta carrera aprenderán los conocimientos generales de inteligencia artificial y cómo resolver problemas con esta tecnología.
Finlandia está invirtiendo en infraestructura para impulsar este modelo de "prisión abierta" a lo largo del territorio. Estas nuevas prisiones tendrán ventanas de vidrio, no habrá celdas y los presos contarán con conexión a internet en todos los dormitorios. Asimismo, cada habitación tendrá mobiliario pensado en la comodidad de los internos, como divanes y libreros.
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