
Foto: UN News
Un conjunto de compromisos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero hacia 2035 fue presentado el miércoles 24 de septiembre por China. Las medidas anunciadas incluyen una reducción de entre 7% y 10% respecto al nivel máximo alcanzado, así como el aumento del uso de energías no fósiles a más del 30% del consumo total de energía. Además, se proyecta la instalación de 3,6 gigavatios en capacidad solar y eólica, cifra que representa más de seis veces el nivel reportado en 2020.
El anuncio fue realizado por el presidente Xi Jinping a través de un videomensaje durante la cumbre del clima, celebrada en el contexto de la Asamblea General de la ONU. En su intervención, Xi expresó su compromiso con la construcción de una sociedad resiliente al cambio climático y con la expansión del sistema de comercio de emisiones en sectores clave de la economía.
Según lo informado por el gobierno chino, el nuevo plan climático abarcará por primera vez todos los sectores económicos y gases de efecto invernadero. Pekín mantiene como objetivos estabilizar sus emisiones antes de 2030 y alcanzar la neutralidad de carbono para 2060. China representa aproximadamente el 30% de las emisiones globales y es considerada una potencia clave en la transición energética.
Las declaraciones del presidente chino se produjeron un día después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, negara públicamente el cambio climático y rechazara cualquier política ambiental. Durante su discurso, Trump acusó a China de utilizar la energía limpia "como una forma de clavarle molinos de viento a los países", reforzando su defensa de los combustibles fósiles y su oposición a los acuerdos multilaterales en materia ambiental.
Desde su primer mandato, Washington mostró una postura oscilante frente al Acuerdo de París. En 2017, Trump retiró a Estados Unidos del pacto, y en su segundo mandato iniciado en enero pasado, su gobierno intensificó su respaldo al sector del petróleo y el gas. Mientras tanto, China reafirmó su apoyo al proceso liderado por la ONU bajo el marco del Acuerdo de París.
La Unión Europea, por su parte, no logró consolidar un plan unificado previo a la cumbre y presentó únicamente una declaración de intenciones sin carácter vinculante. Según expertos, el alcance del nuevo compromiso chino podría influir directamente en la viabilidad del objetivo global de limitar el calentamiento "muy por debajo" de los 2°C respecto a los niveles preindustriales.
El enfoque de fijar metas modestas que luego supera fue una estrategia reconocida en el caso de China, como ocurrió con su objetivo previo de limitar las emisiones para 2030. Actualmente, lidera la producción y exportación de tecnologías limpias como paneles solares, baterías y vehículos eléctricos.
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