Ciudad de México,
Martín Olivera
Crédito foto: Patricia Manero (NotiPress/Composición)
Un ciudadano estadounidense de origen chino, Ping Li, residente de Wesley Chapel, Florida, fue sentenciado a 48 meses de prisión tras ser declarado culpable de actuar como agente no registrado de la República Popular China (RPC). Además de la pena privativa de libertad, el tribunal ordenó el pago de una multa de 250,000 dólares y la supervisión judicial durante tres años tras cumplir su condena.
Según los documentos judiciales, Li, de 59 años, conspiró durante más de una década con el Ministerio de Seguridad del Estado (MSS) de China, una entidad gubernamental responsable de la inteligencia civil y de operaciones encubiertas en el extranjero. El MSS utiliza contactos cooperativos para obtener información sobre temas políticos, corporativos y tecnológicos que considera relevantes para sus intereses estratégicos.
Emigró a los Estados Unidos desde China y trabajó en empresas líderes de telecomunicaciones y tecnología. Desde 2012, actuó como un contacto cooperativo del MSS, suministrando información sensible que incluía datos sobre disidentes políticos, practicantes de Falun Gong y defensores de la democracia, así como detalles tecnológicos y corporativos de sus empleadores estadounidenses.
A mediados de agosto de 2012, un funcionario del MSS solicitó a Li información específica sobre practicantes de Falun Gong residentes en Estados Unidos. Li respondió en menos de una semana, proporcionando el nombre y la información personal de un practicante en St. Petersburg, Florida. Este tipo de solicitudes podrían reflejar un interés del gobierno chino enidentificar y rastrear a seguidores de movimientos religiosos no reconocidos oficialmente en el país.
En marzo de 2015, Li entregó información confidencial sobre las operaciones de su empleador, una empresa de telecomunicaciones estadounidense con presencia en China. En esa ocasión, suministró detalles sobre las sucursales que la compañía había establecido en territorio chino, cumpliendo con la petición del MSS en menos de un mes.
A lo largo de los años, el contacto entre Li y el MSS fue constante. En 2017, Li proporcionó materiales de capacitación tecnológica a través de una cuenta en línea compartida con un oficial del MSS, y en 2021 entregó datos relacionados con ciberataques dirigidos contra empresas estadounidenses. Uno de estos incidentes involucró un ataque ampliamente publicitado y atribuido al gobierno chino.
En 2022, Li continuó recopilando y suministrando información sensible, incluyendo datos sobre un nuevo empleador en el sector tecnológico y materiales relacionados con ciberseguridad. Ese mismo año, también proporcionó información personal sobre una persona identificada como exiliada en Estados Unidos, utilizando datos como el nombre y la dirección de residencia obtenidos a través de sus propias investigaciones.
La condena de Ping Li pone en relieve las operaciones de inteligencia encubierta realizadas por gobiernos extranjeros en territorio estadounidense. Las autoridades destacaron la gravedad de estas actividades, que socavan la seguridad nacional y exponen a individuos y organizaciones a riesgos significativos.
El caso también muestra una sofisticación y persistencia del MSS en el uso de individuos con acceso estratégico a información valiosa. Las autoridades estadounidenses reiteraron su compromiso de proteger a las comunidades locales y a las empresas frente a estas amenazas.
La sentencia de Ping Li no solo busca sancionar sus acciones, sino también tratar de disuadir a otros posibles contactos cooperativos de involucrarse en actividades similares.