Ciudad de México,
Fernanda Martínez
Crédito foto: Pedro Basilio (NotiPress)
Han pasado tres años desde el Brexit, es decir, cuando el Reino Unido se separó oficialmente de la Unión Europea (UE). Desde el 31 de enero de 2020, la economía se ha visto perjudicada, solamente en el tercer trimestre de 2022 el Producto Interno Bruto (PIB) se contrajo un -0.8.
El 23 de julio de 2016, el 51.9 por ciento de los británicos, es decir, 17.4 millones de personas votaron a favor de abandonar la UE. Por su parte, 16.1 millones votó por la permanencia del país en el bloque.
Sin embargo, la salida oficial de Reino Unidos se dio tras intensas negociaciones que duraron varios años. De esa manera, el 31 de enero de 2020 se puso fin a una relación económica de más de 47 años.
Boris Johnson, entonces primer ministro británico, aseguró que con la salida de Reino Unido el país podrá por fin desarrollar su potencial. Hasta ahora, ha sucedido lo contrario, pues diversos indicadores económicos muestran un rendimiento inferior en comparación contras economías.
Tras la retirada del mercado único europeo y de la unión aduanera, las empresas en ambos lados del canal de la Mancha se enfrentaron a nuevas reglas, trámites y controles en algunos productos. Entre Reino Unido y la UE hay un comercio valuado en casi 700 mil millones de dólares, algo que se vio afectado durante el Brexit.
Al principio, los productos exportado a la UE desde Reino Unido tuvo un detrimento drástico. Sin embargo, tras resolver los problemas iniciales, los volúmenes comerciales se recuperaron a los niveles previos a la pandemia.
No obstante, algunos británicos argumentan que el comercio sería mayor en la actualidad si el Brexit no se hubiera llevado acabo. De acuerdo con la Cámara de Comercio Británica más de 250 empresas aseguraron que todavía seguían lidiando con el nuevo sistema.
Por su parte, los precios de alimentos importados aumentó hasta un 6% entre 2020 y 2021.
Muchos países colapsaron en el pico de la pandemia, pero desde entonces el comercio en los países del G7 se ha recuperado, algo que no ha sucedido en el Reino Unido.
Para mantener sus relaciones comerciales, Reino Unido ha firmado más de 70 acuerdos comerciales con otros países, pero muchos son reproducciones de los acuerdos de cuando formaba parte de la UE. Si embargo, muchos británicos no ven con buenos ojos los acuerdos, pues los agricultores británicos tienen miedo de salir perdiendo.
Hay conversaciones con India, pero las negociaciones están tardando más de lo esperado. Por su parte, alcanzar acuerdos comerciales con países como Estados Unidos y China sigue siendo poco realista para el país anglosajón.
Si bien, la inversión puede acelerar el crecimiento económico, esta se encuentra estancada desde el reférendum. Antes del 2016, las inversiones no eran excelentes, sin embargo de acuerdo con un grupo de expertos, estás pudieron ser un 25% más altas si no se hubiera gestionado el Brexit. La falta de inversión se traduce en una economía menos eficiente y con menores ingresos.
La libre circulación de trabajadores europeos se acabó tras el Brexit, reduciendo la cantidad empleados. De acuerdo con un estudio realizado por Center for European Reform y UK in Changing Europe, Reino Unidos tiene 330 mil menos trabajadores menos por el Brexit.
Diversas asociaciones empresariales solicitaron al gobierno relajar sus normas de inmigración tras el Brexit, pues les es difícil encontrar trabajadores. A diferencia de los países del G7, la tasa de empleo en Reino Unido no ha recuperado su nivel previo a la pandemia.