Ciudad de México,
Martín Olivera
Crédito foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)
Jeromy Pittmann, un excomandante de la Marina de Estados Unidos, fue sentenciado a 30 meses de prisión por su participación en un esquema de sobornos vinculado a las Visas Especiales para Inmigrantes (SIV por sus siglas en inglés), destinadas a ciudadanos afganos que colaboraron con el ejército estadounidense. Este programa fue diseñado para proteger a quienes ayudaron a las tropas en Afganistán y enfrentan amenazas en su país de origen.
Según documentos judiciales, Pittmann, de 53 años y residente de Pensacola, Florida, aceptó sobornos a cambio de firmar más de 20 cartas de recomendación falsas. En estas cartas, aseguraba falsamente conocer a los solicitantes y haber supervisado su trabajo como traductores en apoyo al ejército estadounidense y la OTAN. También afirmaba que sus vidas estaban en riesgo y no representaban una amenaza para la seguridad nacional. Sin embargo, las investigaciones demostraron que Pittmann no conocía a los solicitantes y las recomendaciones solo buscaban asegurar ingresos ilegales.
Para evitar ser descubierto, Pittmann utilizó un intermediario y presentó facturas falsas las cuales justificaban los pagos recibidos como si fueran por servicios legítimos, no relacionados con su rol en el ejército. Este plan de fraude puso en riesgo la integridad del programa SIV, diseñado para proteger a colaboradores de las fuerzas estadounidenses en Afganistán.
Tras un juicio de cuatro días en el Distrito de New Hampshire, Pittmann fue declarado culpable de conspiración, cohecho y lavado de dinero. La sentencia fue destacada por la fiscal general adjunta Nicole M. Argentieri, quien afirmó que el Departamento de Justicia tiene "tolerancia cero" para quienes prioricen el beneficio personal sobre la seguridad nacional.
El inspector general John F. Sopko, enfatizó que el caso es un ejemplo de cómo las agencias gubernamentales colaboran para exigir cuentas a quienes abusan de su cargo. El Servicio de Investigación Criminal Naval (NCIS) y el Servicio de Seguridad Diplomática (DSS) también reiteraron su compromiso en la lucha contra la corrupción y el fraude en el sistema de visas, garantizando justicia y la preservación de la seguridad nacional.