Ciudad de México,
Iván González
Crédito foto: Tim Mossholder from Pexels
La pandemia de coronavirus ha sacado a relucir la importancia de ciertos aspectos sociales considerados como insignificantes o molestos: la migración siempre ha sido objeto de polémica, pero durante esta difícil temporada los migrantes dedicados a laborar temporalmente en los campos de Estados Unidos pueden ingresar al país más fácilmente que en otros años. Lo único que se mantiene es la explotación de la fuerza de trabajo de aquellos con ansias de un mejor futuro.
A pesar de que el 18 de marzo de 2020, tanto la embajada de Estados Unidos como sus consulados suspendieron la emisión de visas no esenciales, los trabajadores agrícolas temporales extranjeros pueden realizar su solicitud sin una entrevista en persona, lo cual amplía la cantidad de trabajadores migrantes en los campos estadounidenses.
Esta decisión fue tomada basándose en la fecha: abril es la temporada de siembra en Estados Unidos. Sin trabajadores migrantes en sus campos, no hay personas que produzcan y recojan los alimentos necesarios para alimentar a la nación, sin hablar de aquellos dedicados a entregarlos a los centros comerciales. En otras palabras, sin migrantes en Estados Unidos, existiría un desabasto de comida capaz de agravar la situación provocada por el coronavirus.
Sin embargo, tener a estos trabajadores en los campos estadounidenses no parece ser la solución más humanitaria debido a las condiciones en las cuales laboran; según el Centro de Derechos del Migrante, la mayoría de los migrantes habitan viviendas superpobladas e insalubres, además de no contar con un seguro médico norteamericano, por lo que, de enfermar, el tratamiento sería costoso en extremo y probablemente mortal.
Mientras tanto, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP) expulsó a más de 6,000 migrantes de acuerdo a las nuevas leyes de restriccón fronteriza aprobadas el 21 de marzo, además de suspender el asilo legal y protección a los niños migrantes. Sumado a esto, el nivel de ingresos de las comunidades latinas en Estados Unidos, el espacio reducido y la exposición prolongada a los medios de transporte público debido a la naturaleza manual de sus trabajos hace que dichas comunidades sean las más afectadas por coronavirus.
Ante el avance de la pandemia en el país, el Servicio de Inmigración y Aduanas dejó en libertad a aproximadamente 160 migrantes indocumentados "que se consideran en riesgo mayor de exposición", expresó Ken Cuccinelli, subdirector interino de Seguridad Nacional. Los liberados incluyen a mayores de 60 años y mujeres embarazadas.