El gobierno provisional de Afganistán se dio a conocer el 7 de septiembre del 2021. Tras promesas de inclusión y diversidad, se anunció que el gobierno interino estaría totalmente conformado por talibanes y miembros de la red Haqqani, organización militante islamista. La revelación del gabinete causó descontento en las mujeres, quienes salieron a protestar en múltiples regiones del país. Aunque el Talibán asegura que sus estrictas imposiciones conforme a las afganas se han disipado desde su último régimen, los eventos ocurridos en el último mes podrían indicar lo contrario.
Según el líder supremo afgano, Hibatullah Akhundzada, las nuevas reglas del país estarán comprometidas con leyes y tratados internacionales, siempre y cuando estas no vayan en contra de la Ley Islámica. Los talibanes también dicen comprometerse con los derechos de las mujeres, afirman no estar en contra de su desarrollo laboral o académico. El Departamento de Estado de los Estados Unidos expresó preocupación del nuevo gabinete, pero dijo que la administración será juzgada por sus acciones.
Además de la falta de inclusión en el gabinete, los talibanes reemplazaron el Ministerio de Asuntos por la Mujer por el Ministerio del Vicio y la Virtud. Esta entidad solía hacer cumplir la ley sharía con un cuerpo de policías religiosos en el antiguo régimen. Después de la caída del Talibán en el 2001, las afganas lograron grandes avances, ocupando cargos en la administración como alcaldesas, ministras, oficiales de policía y juezas. Ante los recientes cambios políticos en Afganistán, las mujeres del país han expresado su disgusto saliendo a protestar contra el nuevo gobierno.
En las marchas, inicialmente pacíficas, mujeres y periodistas fueron detenidos, latigueados y golpeados por bastones de descargas eléctricas. La Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Afganistán tomó nota de los hechos, advirtió "las autoridades tienen la obligación de salvaguardar los derechos de la población afgana sin violencia". Ante el comunicado, los talibanes prohibieron protestar a menos de que haya un permiso del Ministerio de Justicia. Para recibir la autorización, los servicios de seguridad requieren ubicación y hora de la protesta, además de los eslogans y pancartas a utilizar.
Desde la toma de control del país, los talibanes advierten que las mujeres, a excepción de trabajadoras del sector de salud, no deben trabajar hasta la mejoría de la seguridad nacional. Este argumento también fue usado en el pasado régimen para esconder a las afganas trabajadoras, por lo que muchas dudan de las promesas del Talibán.
Tanto mujeres como niñas podrán estudiar en Afganistán, las clases estarán separadas entre hombres y mujeres, afirmó el Ministro de Educación Superior, Abdul Baqi Haqqani. Los talibanes quieren "crear un plan de estudios razonable e islámico, en línea con nuestros valores, nacionales e históricos y, por otro lado, poder competir con otros países", informó Abdul Baqi. Muchos colegios no cuentan con recursos para dar clases por separado, pero el ministro afirmó "hay suficientes profesoras y de ser necesario, habrá alternativas". Según el jefe de la comisión cultural talibán en Afganistán, Ahmadullah Wasiq, las mujeres tienen prohibido hacer deportes, pues es "inapropiado e innecesario". "Pueden enfrentarse ante una situación en la que su cara o cuerpo no estén cubiertos. El Islam no permite que las mujeres sean vistas de esta forma" expresó Wasiq en una entrevista.
Los futuros sucesos de Afganistán son inciertos, pero el rumbo tomado por las autoridades del talibán ha causado gran malcontento en las mujeres. Por ahora el gabinete elegido impondrá su cargo temporalmente, en el futuro se sabrá si el gobierno le es fiel a las promesas hechas al inicio de su mandato. El bien del país y su reconocimiento internacional dependen de las decisiones que se lleven a cabo.