Foto: Gustavo Torres (NotiPress)
Pese a tratarse de un conflicto geopolítico que comenzó en el siglo XX, la actual arremetida bélica de Israel contra Palestina inició tras un ataque de la milicia islámica Hamás en territorio israelí. El 7 de octubre de 2023, una incursión de este grupo cobró la vida de mil 200 ciudadanos israelíes, desatando como respuesta ataques aéreos masivos contra la Franja de Gaza. Tras el ataque a este enclave palestino resultaron muertos más de dos mil 400 personas, entre ellos, setecientos niños, según la organización no gubernamental (ONG) Human Rights Watch. Ante las acciones de guerra de Israel contra Palestina, resurge en el debate político si apoyar la liberación de Palestina y criticar al Estado de israelí es antisemitismo.
Respecto a los crímenes de guerra cometidos por Israel y Hamás, Human Rights Watch enfatiza que los crímenes de guerra cometidos por una parte, no justifican aquellos cometidos por la otra. Amnistía Internacional coincide también en acusar a Israel de crímenes de lesa humanidad y denuncia además un "sistema cruel de dominación" contra los palestinos, equivalente a un apartheid, previo al ataque del 7 de octubre.
Según la organización independiente Palestine Legal, los opositores al movimiento por la liberación de Palestina frecuentemente etiquetan de antisemita los apoyos a los derechos de los palestinos para silenciar el debate político. En Estados Unidos, esto se ha llevado al terreno legal, donde lobistas pro Israel pugnan por redefinir el concepto de antisemitismo, a fin de abarcar prácticamente todas las críticas a Israel. Esto se ha manifestado en el intento, exitoso o no, de cambiar políticas y legislaciones con tal fin, advierte Palestine Legal.
No obstante, la Casa de Ana Frank, un museo dedicado a la diarista judía de la segunda guerra mundial, señala que criticar a Israel o las políticas de su gobierno no es automáticamente antisemitismo. En este sentido, reafirman la libertad de cualquiera de rechazar o enjuiciar la política del gobierno israelí respecto de los territorios palestinos.
Asimismo, tomar medidas contra Israel o a favor de la causa palestina no es por default una forma de odio hacia todos los judíos y, en consecuencia, no "necesariamente es una forma de antisemitismo", aseguran. Además remarcan, es posible estar en desacuerdo con todo alrededor del Estado israelí y que incluso entre la población judía la opinión suele estar dividida.
En este sentido, el museo resalta la diferencia entre palabras como judío, israelí y sionista, pues la mayoría de los judíos no viven en Israel. Igualmente, no todos los habitantes de Israel son judíos, ni todos los judíos israelíes son colonos deseosos de invadir más tierras palestinas. Según la Casa de Anna Frank, la gran mayoría de los judíos cree que el Estado israelí debería seguir existiendo, pero muchos judíos, en Israel y en el mundo, están también a favor de un Estado palestino junto a Israel como posible solución al conflicto, añaden.
Algunas expresiones antisemitas sí pueden surgir en este contexto, asegura el museo neerlandés, ya que las críticas a Israel a menudo se relacionan con mitos y símbolos antisemitas. Un ejemplo de esto serían caricaturas hirientes sobre judíos ricos o sobre Israel moviendo los hilos detrás de escena, las cuales provienen de un largo historial de antisemitismo y persecución. Sin embargo, criticar a Israel por sus políticas de apartheid y apoyar la liberación de Palestina no constituye necesariamente un acto de antisemitismo.
DESCARGA LA NOTA SÍGUENOS EN GOOGLE NEWS