Ciudad de México ,
Andrés Zimbrón
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La tecnología resultó ser un arma de doble filo. Su impetuoso desarrollo está transformando la vida de los usuarios facilitando la manera de realizar cualquier tipo de acción a través de Internet. Sin embargo, esta revolución digital también es aprovechada por los piratas informáticos. Así lo demuestra el crecimiento en el número de ciberataques que se realizan año con año.
Según el reporte de la compañía Privacy Affairs, empresa experta en seguridad informática, durante el periodo 2009-2019 los ataques cibernéticos por tensiones geopolíticas aumentaron en un 440 por ciento a nivel internacional. China es uno de los países con mayor número de ataques a otros gobiernos con el 79 por ciento, seguido de Rusia que tiene un 75 y Corea del Norte e Irán, comparten el tercer puesto con el 16 por ciento de los ciberataques alrededor del mundo.
Las principales violaciones de datos confidenciales ocurren a un ritmo acelerado y aumentan con suma frecuencia. Por ejemplo, una computadora en Estados Unidos está destinada a sufrir algún intento de hackeo cada 25 segundos. Asimismo, el costo del delito digital en la economía internacional alcanzará los 6 mil millones de dólares en 2021.
Por otra parte, el reporte destaca que el 32 por ciento de los ataques efectuados por China fueron directamente contra Estados Unidos. Luego del bloqueo comercial impuesto por Estados Unidos a China, se agudizó la tensión comercial entre ambas naciones, por lo tanto, comenzaron a invertir más recursos con el propósito de vulnerar la seguridad de otros gobiernos. Una acción muy rentable y que además, se produce de una forma más efectiva y con mayor frecuencia.
Aunado a ello, las empresas de telecomunicaciones en China fueron señaladas como las culpables por facilitar a los piratas informáticos información y herramientas para vulnerar la seguridad en Estados Unidos. The Wall Street Journal publicó un reportaje el 15 de agosto de 2019 donde culpa a trabajadores de la compañía china Huawei por permitir a los gobiernos de Uganda y Zambia hackear a la oposición, una situación que la compañía negó categóricamente en su momento.
Varios son los propósitos de vulnerar la seguridad de otras naciones, pero uno de los principales objetivos es ganar la influencia de estados más pequeños y con ello tomar una mayor fuerza a la hora de activar medidas estrictas o sustentar iniciativas en favor de otros países. Desde 2009 se han documentado casi 500 ataques geopolíticos en todo el mundo, haciendo de la guerra cibernética una gran amenaza tecnológica para las naciones y los ciudadanos.