Degradación forestal del Amazonas podría dejar cambios ecológicos permanentes

 05-10-2020
Ali Figueroa
   
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Foto: Wiki Commons

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De acuerdo con especialistas y científicos del medio ambiente, la destrucción de la flora y fauna en el Amazonas se acercan a un punto donde la pérdida de biodiversidad y destrucción del bosque tropical transformarán su ecosistema en uno más árido y con menos bosques, que dará como resultado la presencia mayoritaria de sabana, llanuras áridas, y pequeños bosques localizados.

Esta clasificación de destrucción del bosque tropical, también denominada degradación forestal, se considera un daño selectivo del ecosistema provocado exclusivamente por actividades humanas, que abarcan la tala, incendios forestales, extracción de minerales, instalación de plantas de energía, contaminación de suelos y cuerpos de agua, y los efectos generales del calentamiento global.

Según el estudio publicado por la revista Science, grupo de investigación y desarrollo sobre ciencia, coordinado por Marcos Pedlowski y David Lewis, los efectos a largo plazo de la degradación forestal en el Amazonas ha rebasado los daños provocados por la deforestación, que se había consolidado anteriormente como el riesgo más importante para su rehabilitación y preservación.

La degradación forestal se distingue de la deforestación en tanto abarca una mayor cantidad de elementos humanos y ambientales a considerar, así como otro análisis de riesgos a largo plazo. En el caso del Amazonas, pese a que la deforestación es una de sus principales dificultades, sobre la cual fue advertido el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, los incendios forestales, cambios químicos en el agua, sequías, erosión del suelo, y cambios en las corrientes marinas, se han convertido en amenazas importantes.

Asimismo, la degradación forestal en el Amazonas es un indicador clave sobre las emisiones de gases de efecto invernadero, calidad del suelo, cambios en ciclos del agua, y un aumento en el potencial para incrementar infecciones entre humanos y animales, debido a la reducción de espacio para fauna silvestre, lo que posiciona ese riesgo como un problema de salud pública, cuyos efectos han sido observados a partir de un incremento de 33% en casos de malaria como consecuencia de 10% de destrucción del bosque tropical amazónico.

En caso de tomar las medidas adecuadas para mitigar sus efectos sobre la biodiversidad, la combinación del proceso de deforestación y degradación forestal en el Amazonas provocarán un cambio brusco en el ecosistema, y pasará de bosque tropical a sabana y llanuras áridas, según las estimaciones del equipo de investigación a cargo de Marcos Pedloski, este proceso se denomina punto de inflexión climática.

"El límite para el conocido punto de inflexión se encuentra mucho más cerca de lo que la comunidad científica había anticipado, si queremos evitarlo, es importante controlar tanto la degradación, como la deforestación", indicó Marcos Pedlowski.




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