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El Observatorio de derechos humanos (HRW, por sus siglas en inglés), organización no gubernamental con sede en Nueva York, envió dos misivas dirigidas al presidente de Argentina, Alberto Fernandez, y a Horacio Rodriguez Larreta, jefe de gobierno de Buenos Aires, el 9 de octubre de 2020. En ella, denuncian al gobierno de la República Argentina de utilizar tecnología de detección facial para identificar niños e individuos menores de edad sospechosos de haber cometido un crimen, además de mostrar los datos de los mismos en bases de acceso público.
Por iniciativa del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Argentina, se creó en 2009 la base de datos conocida como Consulta Nacional de Rebeldías y Capturas (CONARC). Comprende una lista de personas con orden de detención a nivel nacional, así como datos relativos a su identidad y los crímenes presuntamente cometidos. Un análisis de HWR revela, entre mayo de 2017 y mayo de 2020, al menos 166 niños aparecían en el listado de la CONARC, la mayoría de entre 16 y 17 años de edad. El delito más común imputado a los mismos es el robo, con 37.5% del total.
De acuerdo con HRW, ello constituye una violación a la Convención de los Derechos del Niño creada por la Organización de las Naciones Unidas en 1998, misma que fue ratificada por el gobierno de Argentina y la Corte Suprema de Justicia de la Nación desde 1990. La convención protege el derecho a la privacidad de los infantes a pesar de haber cometido un crimen y estar sometidos a un proceso penal.
José Miguel Vivanco, director de HWR en América, argumento en la carta enviada al presidente Fernandez que esta estrategia de vigilancia vuelve a los menores susceptibles a la "estigmatización y podrían quedar etiquetados permanentemente como "criminales" o "delincuentes", lo cual podría afectar sus futuras posibilidades de acceso a educación, atención de la salud y otros derechos."
La ciudad de Buenos Aires implementó el Sistema de Reconocimiento Facial de Prófugos en las estaciones del metro desde abril de 2019. Este se alimenta de la base de datos CONARC y funge como una herramienta para la identificación automática y computarizada de posibles criminales. Sin embargo, el Observatorio remarcó que la tecnología de reconocimiento fácil tiende a arrojar un número alto de falsos positivos, especialmente en tomas con mucha gente en espacios concurridos. Además, dado que los algoritmos de detección normalmente se entrenan con una muestra de rostros adultos en ambientes controlados, genera seis veces más falsas coincidencias cuando se utiliza en niños.
En ambas misivas enviadas a las autoridades, Vivanco instó al presidente Fernandez a retirar a todos los menores de dieciocho años de las bases de CONARC, además de buscar soluciones legislativas permanentes a este problema. Por otra parte, sugirió al jefe de gobierno Rodríguez Larreta suspender de inmediato el Sistema de Reconocimiento Facial de Prófungos mientras se diseñan mejores políticas públicas que no comprometan ni la seguridad ni los derechos humanos de la población, especialmente de los niños.
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