Ciudad de México,
Ali Figueroa
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Con motivo de la descarga de agua radiactiva tratada en la costa Este de Japón, procedente del antiguo reactor nuclear Fukushima Daiichi, autoridades de la IAEA aseguraron dar seguimiento al proceso. Sin embargo, comparado con la respuesta del organismo en representación de la Unión Europea y el G20, el Gobierno de China se opone al derrame radiactivo en el Océano Pacífico, mismo que comenzó el 24 de agosto de 2023.
En la opinión del Organismo Internacional de Energía Atómica (IAEA), el agua tratada del reactor cumple con las medidas de seguridad internacionales en materia de radiactividad. Asimismo, el proceso de descarga podría demorar hasta 30 años, en los cuales se desecharán pequeñas cantidades agua con tritio sobre el Océano Pacífico.
Tras el accidente nuclear de 2011 en Fukushima, derivado de un tsunami que azotó las costas de Japón, la planta Daiichi almacenó una gran cantidad de agua radiactiva en sus instalaciones. Al respecto, el operador de la central, Tokyo Electric Power Company Holdings (TEPCO), señaló que el límite de capacidad para los tanques de agua sería alcanzado a finales de 2022.
Bajo esta línea, el Gobierno anunció un plan de contingencia para descargar el agua del antiguo reactor nuclear, también conocido en inglés como Fukushima Daiichi Nuclear Power Station (FDNPS). La iniciativa de derrame, que dio inicio el jueves 24 de agosto de 2023 en la costa Este de Japón, se encuentra aprobada y supervisada por autoridades de la IAEA.
Cabe señalar que el organismo internacional especializado en energía atómica realizó estudios de seguridad durante un periodo de dos años, sobre todo con respecto al impacto del agua en el ecosistema marino. A diferencia del agua contaminada con diversos isótopos radiactivos, el agua tratada de Daiichi ha sido purificada con el sistema ALPS, señaló la investigación consultada por NotiPress.
Según el Ministerio de Asuntos Exteriores de Japón, el método Advanced Liquid Processing System (ALPS) se encarga de eliminar los núcleos radiactivos más importantes del agua que ha estado en contacto con plantas de energía atómica. No obstante, un componente radiactivo que no es posible remover con este método es el isótopo tritio, procedente del elemento hidrógeno.
Autoridades japonesas indicaron que el tritio, isótopo encontrado de manera natural en el planeta, emite una radiación considerablemente menor al de otros contaminantes, y puede ser bloqueado hasta por una hoja de papel. De acuerdo con el reporte de seguridad de la planta de energía nuclear Fukushima Daiichi 2023, publicado por científicos de la IAEA, la descarga de agua tratada podría tardar hasta 30 años.
Por su parte, la postura de China ha sido muy crítica con respecto a la decisión de descargar el agua tratada en las corrientes del Océano Pacífico. Al respecto, en conferencia de prensa el 30 de agosto de 2023, voceros del Ministerio de Asuntos Exteriores expresaron: los efectos del agua radiactiva son impredecibles para el ecosistema y la humanidad.
Aunado a ello, autoridades en China suspendieron oficialmente la importación de pescado y otros productos marinos procedentes de Japón, por un periodo indefinido. Según el reporte de Nikkei Asia, el 22.5% de las exportaciones pecuarias japonesas se dirigían a China; por lo cual se podría afectar un mercado valuado en 2.6 mmdd.
Para mitigar los posibles efectos ecológicos sobre la salud de los ecosistemas marinos y el ser humano, TEPCO aseguró que el proceso de descarga de agua tratada debe ser lento. En este contexto, IAEA reafirmó su compromiso de monitorear el derrame de tritio en las corrientes marinas durante las próximas 3 décadas.