Ciudad de México,
Jorge Cerino
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Cada 4 de enero, desde 2019, se conmemora el Día Internacional del Sistema de Lectura y Escritura Braille, según estableció la Asamblea General de las Naciones Unidas. Con esta conmemoración, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) busca crear mayor conciencia sobre la importancia del braille como medio de comunicación. Según el organismo, este sistema de lectura y escritura es clave para la plena realización de los derechos humanos de las personas ciegas y con deficiencia visual.
De acuerdo con la ONU, el braille es una representación táctil de símbolos alfabéticos y numéricos, mediante seis puntos que se utilizan para representar cada letra y cada número. Asimismo, este sistema de lectura y escritura puede utilizarse para representar símbolos musicales, matemáticos y científicos.
En este sentido, las personas ciegas o con deficiencia visual recurren al braille para leer los mismos libros y publicaciones periódicas impresas para la lectura visual. De esta forma, señala la ONU, se garantiza la comunicación de información importante para este segmento de la población, representando competencia, independencia e igualdad. Como parte de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, el braille se considera pertinente en el contexto educativo, de la libertad de expresión y opinión y el acceso a la información y la comunicación escrita.
A nivel nacional, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) contabilizó, en 2020, que las personas con discapacidad visual en México representan el 9.2 por ciento de la población. De estos, más de 2 millones 691 mil personas tienen discapacidad visual, el 2.1%, mientras poco menos de 9 millones (7.1%) presentan alguna limitación visual aún usando lentes.
Por otro lado, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el mundo hay aproximadamente 2 mil 200 millones de personas con deterioro de la visión cercana o lejana. Las principales causas a nivel mundial de discapacidad visual y ceguera son los errores de refracción y las cataratas, afirma la OMS.
Asimismo, la OMS llama la atención al impacto personal de estos padecimientos según el rango de edad de quien lo padece. Así, la discapacidad visual grave irreversible en niños pequeños puede provocar retrasos en el desarrollo motor, lingüístico, emocional, social y cognitivo, con consecuencias para toda la vida. En el caso de la población adulta, la discapacidad visual puede impactar con tasas de empleo más bajas y mayores niveles de ansiedad y depresión, mientras también puede contribuir al aislamiento social de los adultos de mayor edad.
Frente a este panorama, el Día Mundial del Braille busca hacer conciencia sobre la integración de estas personas, a fin de que se desenvuelvan en igualdad de condiciones sin discriminación. Igualmente, la conmemoración pone el acento en la importancia de este sistema de escritura y lectura para la plena realización de los derechos humanos para las personas ciegas y con deficiencia visual.