
Foto: Patricia Manero (NotiPress/Composición)
Este domingo 13 de abril, más de 13 millones de ecuatorianos están convocados a las urnas para elegir en segunda vuelta al próximo presidente de la República. La elección enfrenta al actual mandatario, Daniel Noboa, quien busca la reelección tras un año y medio en el poder, y a la candidata del movimiento correísta, Luisa González, en un contexto de alta tensión política, violencia y fragilidad económica.
La jornada electoral transcurre bajo estrictas medidas de seguridad. El Gobierno ecuatoriano decretó el estado de excepción en siete provincias, así como en Quito y el sistema penitenciario, tras un repunte de violencia atribuida a bandas del narcotráfico. Asimismo, se desplegó un operativo militar en las fronteras con Colombia y Perú, según comunicaron las autoridades.
Daniel Noboa, de 37 años, emitió su voto en Olón, acompañado por su familia y bajo fuerte resguardo militar. En tanto, Luisa González, de 47 años, sufragó en Chone y pidió a las fuerzas de seguridad abstenerse de intervenir en el proceso electoral: "Que se garantice la democracia correctamente", declaró.
Hasta el mediodía, el Consejo Nacional Electoral (CNE) reportó una participación del 41%, destacando el desarrollo pacífico de la jornada. La presidenta del CNE, Diana Atamaint, afirmó que "el fraude no tiene cabida en un sistema que se construye sobre la base de la legalidad" y destacó que el proceso cuenta con misiones de observación de la OEA, la Unión Europea y el Centro Carter.
Por su parte, la candidata González denunció presuntas maniobras del Gobierno para manipular los resultados. En un video, señaló: "Están sembrando actas de votación en diferentes regiones del país" y calificó estas acciones como "desesperadas".
El centro de mando del CNE en Quito opera bajo vigilancia militar, sin conteo rápido de votos. Los primeros resultados oficiales se esperan a partir del 80% de actas escrutadas, y serán transmitidos a través de plataformas oficiales.
Este balotaje podría resultar histórico: de imponerse Luisa González, sería la primera mujer electa presidenta en la historia democrática del país. El resultado definirá si Ecuador mantiene el rumbo de gobierno actual, centrado en la seguridad y privatización, o retorna a un modelo de Estado más intervencionista impulsado por el correísmo.
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