Ciudad de México,
Francisco Vicario
Crédito foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)
México se convirtió en un actor fundamental en la producción y tráfico de fentanilo ilegal hacia Estados Unidos, situación que reformuló las políticas de narcóticos de Estados Unidos hacia México. En los cinco años recientes, el enfoque se desplazó hacia la producción de opioides sintéticos y el tráfico de fentanilo, abordando también la desviación de productos químicos precursores y consideraciones de salud pública, expresó un informe del Servicio de Investigación del Congreso (CRS por sus siglas en inglés). De esta manera, el Congreso estadounidense acusa de corrupción y limitada voluntad política a México en la lucha contra el fentanilo.
Las administraciones de ambos países implementaron acciones unilaterales y esfuerzos bilaterales bajo el Marco Bicentenario de Seguridad para la cooperación. Estas iniciativas buscaron mitigar el flujo de fentanilo y sus consecuencias financieras relacionadas.
De acuerdo con el informe, la producción clandestina de fentanilo en México utiliza precursores químicos provenientes de China, con los carteles mexicanos, como el de Sinaloa y el Jalisco Nueva Generación, jugando un papel crucial en la obtención de estos insumos y en el tráfico hacia Estados Unidos. A pesar de las medidas de control internacional, el desafío persiste, especialmente en la detección del desvío ilícito de estos químicos.
Por su parte, el informe señala que las organizaciones criminales transnacionales mexicanas son responsables no solo de la producción, sino también del control del tráfico transfronterizo de fentanilo hacia Estados Unidos, donde se distribuye a nivel minorista. Los esfuerzos de interdicción y las acciones legales han sido claves, pero las barreras como la corrupción y la limitada voluntad política en México, que ve el fentanilo más como un problema estadounidense, siguen siendo desafíos significativos.
La cooperación en materia de drogas entre México y Estados Unidos. ha experimentado altibajos, pero recientemente se revitalizaron los esfuerzos con la promulgación de nuevas leyes en México y el fortalecimiento de las instituciones con funciones antidrogas. La segunda fase del Marco Bicentenario se enfoca en combatir la producción de fentanilo y el tráfico de armas, siendo una prioridad clave para México, refirió el informe.
En vista de estos esfuerzos conjuntos, el informe "Fentanilo ilegal y el rol de México" señala que se espera que el Congreso estadounidense continúe influyendo en la política de control de narcóticos con respecto a México. Esto, a través de decisiones presupuestarias y requerimientos de supervisión en futuras legislaciones. Las acusaciones contra México de corrupción y limitada voluntad política elevan el tono con el que el Congreso busca frenar el flagelo del fentanilo.