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Las autoridades españolas se han declarado en "emergencia" y están planeando diversas medidas para resolver la crisis laboral que se vislumbra a raíz de la quiebra de la compañía Thomas Cook. Una de ellas es solicitar a la Unión Europea la posibilidad de utilizar el fondo de globalización para este fin.
Dicho fondo consiste en un presupuesto anual de 150 millones de euros para apoyar a los trabajadores afectados con la pérdida de sus empleos "como consecuencia de los cambios en las pautas del comercio mundial, provocados por la globalización (por ejemplo, cierre de grandes empresas o deslocalización de la producción fuera de la UE)", tal como está escrito en el portal de la Comisión Europea.
Reyes Maroto, ministra de Industria, Comercio y Turismo de España, visitó el Consejo de la competitividad en Bruselas para reunirse con Marianne Thyssen, la comisario de Empleo para hacerle formalmente la petición de abrir un expediente en el marco del Fondo Europeo de globalización.
Dicha solicitud busca sumar a otros países afectados como Portugal o Grecia, aunque cada país debe hacer sus solicitudes de apoyo de manera individual.
La ministra Maroto ha expresa que es muy grave el impacto en España de la quiebra del operador británico: "Por las filiales que Thomas Cook tenía en Baleares están en riesgo ya casi 1.000 puestos de trabajo", sin mencionar otros muchos puntos que están por evidenciarse.
Por esta razón, para el gobierno de España esta crisis debe ser abordada y contenida de forma conjunta por la Unión Europea. Se planea que el fondo mencionado pueda financiar hasta 60% de los proyectos de ayuda a quien estarían perdiendo su empleo.
Asimismo, el país europeo está trabajando en la consolidación de un plan integral interno para enfrentar las consecuencias del colapso. Se convocó una próxima reunión de la comisión interministerial de turismo, que contará con la presencia de representantes de comunidades clave y sectores afectados.
De otro lado, el gobierno español tiene como objetivo salvar la conectividad aérea en Baleares y Canarias, con el fin de perder la menor cantidad posible de usuarios. Maroto informó que su equipo ha estado en contacto con los altos niveles de los gobiernos sueco y alemán para evitar la quiebra de las aerolíneas filiales de Thomas Cook, como Condor y Thomas Cook Scandinavia.
Se está trabajando en un plan de vuelos extras para la repatriación de los viajeros estancados en España, el gobierno español calcula que al menos 53 mil personas varadas en Canarias, Baleares y Cataluña.
En términos generales, la desaparición de Thomas Cook va a tener un impacto enorme, hasta ahora no precisado con exactitud, en el sector turístico español. Por un lado, la firma británica era dueña y operaba más de 50 hoteles de sus marcas en España. También contaba con tres aerolíneas.
José Luis Zoreda, vicepresidente del organismo de empresas de turismo Exceltur, calcula en más de 200 millones de euros el impacto que Thomas Cook va a dejar en el sector español, entre vuelos, hoteles, empresas de transporte, de actividades y guías.
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