Ciudad de México,
Noelia Acuña
Crédito foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)
Estados Unidos reveló un ambicioso plan para fortalecer su capacidad de producción de chips, involucrando a varios países latinoamericanos. La iniciativa, conocida como la ‘"iniciativa del Hemisferio Occidental para Semiconductores", busca colaborar con México, Panamá y Costa Rica para desarrollar y manufacturar chips en la región. Dicho proyecto, anunciado por Antony Blinken, secretario de Estado de Estados Unidos, tiene como objetivo contrarrestar la dominación de China en el sector.
Dicha propuesta fue presentada durante la reciente sesión ministerial de la Alianza para la Prosperidad Económica en las Américas (APEP). Esta propuesta es una plataforma regional compuesta por Estados Unidos, Canadá, México, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Perú, República Dominicana, Panamá, Uruguay y Barbados.
Por su parte, Blinken indicó que la iniciativa permitirá a los países su capacidad para ensamblar, probar y empaquetar chips. Además de colaborar con el Banco Interamericano de Desarrollo, el proyecto está respaldado por los principios de la ley Chips y Ciencia, que destina al menos 52 millones de dólares en inversión gubernamental para impulsar la industria de chips en Estados Unidos.
Esta legislación establece restricciones para evitar acuerdos comerciales con China, reafirmando la intención de Estados Unidos de limitar la influencia China en el mercado de chips. Para apoyar esta iniciativa, los países participantes recibirán asistencia técnica y financiamiento destinado a atraer inversiones del sector privado. Para el secretario de Estado, el proyecto está diseñado para fortalecer las cadenas de suministro en la región y crear oportunidades económicas.
Se prevé los primeros proyectos, con un valor de aproximadamente 3 millones de dólares, mejoren las infraestructuras y hagan los bienes más accesibles y seguros. Taiwán, el mayor productor mundial de chips, concentra el 60% de la producción global y el 90% de los componentes más avanzados. La creciente demanda, impulsada por la inteligencia artificial (IA) intensificó la competencia entre Estados Unidos y China, con ambos países intentando dominar este sector económico.
A pesar de la promesa de la iniciativa, la recepción de la propuesta no fue unánime y, Paul Triolo, consultor de Albright Stonebridge Group, expresó escepticismo sobre la viabilidad del plan, citando dificultades previas en la construcción de fábricas avanzadas en Estados Unidos. La falta de trabajadores calificados y los desafíos logísticos podrían complicar la implementación de instalaciones de empaquetamiento de chips en México, Panamá y Costa Rica.
La incertidumbre política también puede influir en el éxito del proyecto ya que las próximas elecciones presidenciales pueden cambiar el panorama económico. Debido a la candidatura de Donald Trump, quien mostró una postura crítica hacia las alianzas comerciales con México y Canadá, este proyecto puede correr riesgos. Trump también señaló los acuerdos como el T-MEC contribuyeron a la pérdida de empleos, afectando las relaciones comerciales y, por ende, el desarrollo de la iniciativa de chips.