Ciudad de México,
Patricia Manero
Crédito foto: Kate Trifo on Unsplash
De acuerdo con datos de la Universidad Johns Hopkins, el 8 de abril de 2020 Estados Unidos superó los 400 mil casos positivos de COVID-19 y los 13 mil fallecimientos a causa de esta enfermedad, que se ha extendido a lo largo del territorio estadounidense. No obstante, en algunos de los principales focos se han dado señales de estabilización del virus.
Desplegando cifras, para las 18:00 GMT del 8 de abirl, Estados Unidos contaba con 402 mil 923 casos positivos, y 13 mil 007 fallecimientos por COVID-19, que están en aumento acelerado de alrededor de 2 mil cada día. En este sentido, Nueva York sigue siendo el epicentro de la pandemia, pues 142 mil casos dieron positivo, y se acerca cada vez más a las dimensiones de España.
No obstante, según admiten las autoridades de salud, no se tienen cifras "reales", que seguramente aumentan de manera exponencial. Por ejemplo, solo en la ciudad de Nueva York se estima, entre cien y doscientas personas pueden estar muriendo en casa cada día.
Testimonios en redes sociales sugieren que la Gran Manzana se ha convertido en una morgue. Continuas sirenas de ambulancias y cuerpos sin vida saliendo de los centros de salud rumbo a morgues improvisada son el ambiente de cada día; igualmente, ahora se generalizó el uso de mascarillas y otras formas de cubrirse el rostro.
No todo son malas noticias. Nueva York presenta una curva que se aplana, según Andrew Cuomo, gobernador del estado. En su conferencia de prensa diaria, el gobernador explicó, las nuevas hospitalizaciones se han reducido, por lo tanto, el sistema de salud va ganando capacidades.
"Si el ritmo de las hospitalizaciones sigue bajando de la forma en que lo está haciendo, el sistema debería estabilizarse en las próximas dos semanas, lo que minimizaría la necesidad de capacidad extra que hemos construido" informó.
Ante la crisis e impacto económico por COVID-19, el Congreso de Estados Unidos analizó el 6 de abril un nuevo paquete de asistencia con más fondos en función de apoyar a pequeñas y medianas empresas, así como a gobiernos locales y estatales. Con estas acciones, el gobierno estadounidense busca mitigar los fallecimientos y contagios para reactivar la economía del país.