Ciudad de México,
Patricia Manero
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El martes 3 de marzo de 2020, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) decidió recortar los tipos de interés de referencia en medio punto en función de dejarlos entre el 1 y 1,25 por ciento con el objetivo de impulsar la actividad económica y luchar contra los efectos negativos de la propagación del nuevo coronavirus COVID-19 en la economía global.
La Fed tomó esta sorpresiva decisión después de una reunión con los socios del G7, grupo de las economías con mejor desarrollo en el mundo donde participan Alemania, Canadá, Japón, Reino Unido, Francia e Italia, quienes informaron, utilizarán todas las herramientas necesarias para hacer frente a los peligros reflejados en la expansión del virus en el mundo. Cabe mencionar, es la primera vez que se da una decisión de emergencia como esta en materia de política monetaria de Estados Unidos desde la crisis financiera de 2008 y 2009.
Mediante un comunicado, la Fed mencionó, "los fundamentos de la actividad económica siguen siendo sólidos. No obstante, el coronavirus supone riesgos en evolución a la actividad económica". En este sentido, la decisión se tomó por todos los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto de la Fed, sin votos en contra.
De esta manera, el recorte de tipos de interés viene después de que Donald Trump, presidente de Estados Unidos, pidiera de nuevo a la Fed un "recorte grande" de los tipos de interés en función de compensar la desaceleración de la actividad económica mundial por el coronavirus. Asimismo, el presidente estadounidense criticó a Jerome Powell, presidente de la Fed diciendo, "se ha equivocado desde el primer día"; además, calificó a la Reserva de tener un "triste" comportamiento.
Por otro lado, Jerome Powell justificó la decisión de emergencia tomada por la Fed advirtiendo, la "elevada incertidumbre" generada por el brote de coronavirus alrededor del mundo está alterando la actividad económica en diversos países, entre ellos Estados Unidos. En este sentido, la propagación del coronavirus COVID-19, especialmente en Estados Unidos, Europa y Asia, pone en una posición difícil a la economía mundial. Expertos han previsto y temen un colapso financiero parecido al de la crisis de las hipotecas inmobiliarias en territorio estadounidense en 2008.
Ante esta emergencia sanitaria, el 3 de marzo de 2020 se llevará a cabo una reunión por teleconferencia con el G7 y los bancos centrales en un intento por levantar la situación financiera y evitar un desenlace negativo debido a la propagación mundial del coronavirus COVID-19. La Fed, por su parte, ya tomó la decisión de recortar en medio punto la tasa de interés de Estados Unidos para impulsar la economía del país.