Ciudad de México,
Francisco Vicario
Crédito foto: vaticannews.va
El papa Francisco realizó su primera aparición pública este domingo 23 de marzo de 2025, después de permanecer hospitalizado durante 38 días por una infección respiratoria que evolucionó en una neumonía bilateral. Desde un balcón del hospital Gemelli, en Roma, saludó brevemente a las decenas de personas que aguardaban en el lugar.
Minutos más tarde, y bajo un dispositivo de seguridad, el pontífice fue trasladado de regreso a su residencia en el Vaticano. La oficina de prensa del Vaticano confirmó el sábado 22 de marzo que Francisco, de 88 años, sería dado de alta tras superar una de sus crisis de salud más graves desde el inicio de su pontificado.
Durante las cinco semanas de internación, el pontífice enfrentó dos episodios críticos que comprometieron seriamente su vida. "Presentó dos episodios muy críticos en los que su vida estuvo en peligro", declaró el médico Sergio Alfieri, uno de los responsables de su tratamiento.
Vatican News informó que los boletines médicos no ocultaron la gravedad del cuadro clínico. El diagnóstico de neumonía bilateral generó semanas complejas, acompañadas de un "torrente de oraciones por su salud" provenientes de creyentes católicos, cristianos de otras denominaciones, fieles de diversas religiones y personas no creyentes.
El 6 de marzo, Francisco expresó su agradecimiento en una breve intervención desde el hospital, donde hizo llegar su "voz débil" a los fieles congregados en la Plaza de San Pedro. Posteriormente, el 16 de marzo, fue captado en una imagen de espaldas rezando tras celebrar misa en la capilla del décimo piso del hospital.
Durante su hospitalización, el Papa transmitió varios mensajes desde su habitación. En ellos, reflexionó sobre el valor de la vida, el sufrimiento como testimonio evangélico y la urgencia de frenar los conflictos armados. "Desde la habitación del hospital, la guerra le parecía aún más absurda", publicó Vatican News.
También recordó que la debilidad puede convertirse en una oportunidad para anunciar a un "Dios que se hace hombre y sufre con nosotros". En ese contexto, rezó y ofreció sus padecimientos "por la paz, tan amenazada hoy".