Ciudad de México,
Andrés Zimbrón
Crédito foto: IAEA Imagebank (WikiCommons: CC BY-SA 2.0) (foto sin cambios)
Expertos del Organismo Internacional de Energía Atómica (IAEA) exigieron a Japón información completa y detallada sobre el plan de liberación de agua tratada (aún radioactiva) de la planta de Fukushima a los océanos. Un equipo de tres miembros se reunirá con funcionarios del gobierno japonés y técnicos de la planta Dai-ichi para analizar a fondo la viabilidad del proyecto.
De acuerdo con el operador Tokyo Electric Power Company Holdings (TEPCO), espera comenzar a liberar el agua durante el primer trimestre de 2023. La organización afirma que el agua será liberada en el Océano Pacífico, aproximadamente a un kilómetro de la planta para evitar interferencias con pescadores locales.
Ante esa situación, Lydie Evrard, jefa del departamento de seguridad de la IAEA, expresó que necesitan un informe detallado para garantizar la seguridad del plan. "Vamos a monitorear la liberación del agua a fin de asegurarnos que se cumplen las normas de seguridad ambiental y de radiación de la IAEA", subrayó Evrard.
Esta idea de verter el agua radioactiva al Océano Pacífico ha sido rechazada categóricamente por la industria pesquera en Japón y residentes locales. Aunado a ello, países vecinos como China, Corea del Sur y Taiwán también se opusieron al plan de liberación de agua tratada en el océano que conecta a las 4 naciones.
Los tres gobiernos criticaron la medida y señalan que podría ser un riesgo para el medio ambiente marino. Además, Japón estaría atentando contra la seguridad de las costas cercanas de Taiwán y Corea del Sur; a su vez, China se reservó el derecho a tomar medidas.
Por otra parte, Estados Unidos respaldó el enfoque del proyecto de Japón, el cual, para el gobierno estadounidense, está en los estándares globales. Pues, la IAEA podría ayudar a garantizar el plan sin un impacto adverso en la salud humana y el medio ambiente.
Funcionarios de TEPCO y el gobierno japonés afirmaron que el tritio (átomos neutros de hidrógeno radioactivos) no se puede eliminar del agua y en pequeñas cantidades, no es perjudicial. Ambas organizaciones sostienen que la liberación controlada del tritio de las plantas nucleares es una práctica normal de rutina a nivel mundial.
Desde 2011, cuando sucedió el accidente nuclear en la planta Dai-ichi en Fukushima, Japón a causa del Tsunami, se han almacenado enormes cantidades de agua radioactiva en mil tanques de la planta. Sin embargo, un daño en los tres reactores ha estado filtrando el agua de refrigeración contaminada de la central nuclear a los mantos acuíferos.
Ahora, directivos de TEPCO afirman que a finales de 2022 alcanzará su su capacidad total y el gobierno decidirá darle mayor tratamiento y dilución para enviar el agua tratada al Océano Pacífico. Esto mantiene en suspenso los acuerdos con otros países y organizaciones de si es la opción más viable o existe otra solución que no dañe la salud humana y la biodiversidad.