Foto: Self Employed Women's Association
Expertos en salud de diferentes instituciones a nivel mundial explican que el uso de mascarillas o cubrebocas puede crear dinámicas interpersonales complejas. Sin embargo, son el método más eficaz para frenar la propagación del virus SARS-CoV-2, proteger a otros y protegerse a sí mismo.
Un amplio estudio hecho por la Universidad de Yale y Stanford Medicine encontraron que utilizar cubrebocas de grado quirúrgico es una forma efectiva de reducir los contagios por Covid-19 en lugares públicos. También ambas instituciones demostraron que las intervenciones específicas de costo relativamente bajo para promover su uso puede incrementar significativamente su adopción en zonas de bajos recursos.
Sobre la base de los resultados, el llamado "Modelo de Intervención" se está ampliando para proteger a decenas de millones de personas, principalmente en el sur de Asia y América Latina. "Se necesita un esfuerzo coordinado a nivel internacional para implementar con éxito el uso generalizado de cubrebocas", apuntó Stephen Luby, profesor en Stanford Medicine y coautor del estudio.
El ejemplo más claro donde tuvo resultados positivos el modelo de intervención fue en las zonas rurales de Bangladesh. De acuerdo con los investigadores, reclutaron a 350 mil personas de 600 aldeas para promover el uso de mascarillas.
Los resultados arrojaron que un 11% tuvo menos probabilidades de desarrollar Covid-19 en comparación a otras zonas donde no se promovió el uso de mascarillas. El estudio el cual tuvo una duración de ocho semanas, también encontró que la protección sanitaria aumentó un 35%, principalmente para las personas mayores de 60 años.
Regalar mascarillas, informar sobre la importancia de cubrir boca y nariz y recordar todo el tiempo el uso de mascarillas en lugares públicos, fueron algunas de las medidas empleadas durante la campaña. El modelo de prevención triplicó el uso regular de los cubrebocas dentro de las aldeas donde se promovió su uso constantemente. Además, vieron un ligero aumento en el distanciamiento físico en espacios públicos como mercados ambulantes, calles y avenidas principales.
A pesar de tener una evidencia más concreta sobre los beneficios de utilizar cubrebocas en sitios públicos, los científicos confirmaron que el uso de mascarillas puede reducir la propagación del virus. Encima, países cuyos ingresos son bajos y no hay posibilidades de importar vacunas para inmunizar a la población, el promover el uso de cubrebocas puede ser una medida efectiva y de bajo costo.
Por ahora, el equipo de trabajo de la Universidad de Yale y Stanford Medicine esperan replicar el modelo de intervención en otras regiones de Asia y también en América Latina. Ello con la finalidad de alentar a las ciudades a cuidarse con medidas básicas y trabajar en conjunto con los gobiernos para promover el uso universal de cubrebocas.
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