Foto: Gustavo Torres (NotiPress)
Benjamin Netanyahu, primer ministro de Israel, anunció el 5 de mayo el cierre de las operaciones de la cadena Al Jazeera en Israel. El primer ministro fundamenta esta medida en la acusación de incitación a "ataques contra la seguridad del Estado" y el supuesto papel de propaganda que desempeñó para el movimiento islamista Hamás durante el conflicto en Gaza.
La decisión fue respaldada unánimemente por el gabinete de guerra israelí. Se basa en una legislación aprobada previamente en abril por el Parlamento israelí, que permite restringir las actividades de medios extranjeros considerados como "hostiles hacia el país".
El ministro de Comunicaciones, Shlomo Karhi, comunicó que la medida implica la prohibición de transmisión de Al Jazeera en Israel. Asimismo, el cierre de sus oficinas y la confiscación de sus equipos, incluyendo posiblemente teléfonos móviles, además del bloqueo de acceso a su sitio web.
Por su parte, la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de Naciones Unidas rechazó la acción, instando al Gobierno israelí a revertir su decisión. La ONU argumenta que medios de comunicación libres e independientes son esenciales para garantizar la transparencia y la rendición de cuentas. Especialmente, en contextos como el actual, con restricciones estrictas a la información proveniente de Gaza.
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