Foto: Pedro Basilio (NotiPress)
A raíz del escándalo que han suscitado a nivel mundial los incendios forestales en la selva amazónica de Brasil, el gobierno de Jair Bolsonaro tomó la decisión de suspender la permisividad de estas prácticas, aunque sean con fines agrícolas. Según la legislación nacional, está claramente permitido y es considerado necesario iniciar quemas y hacer talas con fines agrícolas.
El gobierno brasileño modificó el decreto para detener, durante dos meses, estas dinámicas en la selva amazónica. Mismas que se llevan a cabo en todo el país con la finalidad de preparar los terrenos para los procesos de cultivo, bajo el respaldo de las leyes del país.
Dicha prohibición de 60 días en el decreto, establecida en versión extraordinaria en el Diario Oficial de la Unión, especifica que no puede usarse fuego en ocho estados del occidente y centro de Brasil, y en una zona de Maranhao en el Nordeste. Todas estas regiones corresponden a la región amazónica brasileña.
Esta decisión se tomó en medio de la alarma internacional, al tiempo que las autoridades trabajan intensamente para controlar y detener los incendios. Este fenómeno comenzó debido a que el fuego es una práctica común en Brasil, se utiliza para mejorar la productividad en las cosechas.
Incluso las comunidades indígenas acostumbran hacerlo, según expertos, en el caso de los cultivos de caña de azúcar, es una práctica que se lleva a cabo desde hace cientos de años y bajo una normatividad particular.
Se ha reportado que el fuego ha comenzado a disminuir, aunque no se tiene información a detalle sobre las diversas subzonas y su estado de quema. Cabe aclarar, alrededor del 70% de la Amazonía se encuentra en territorio brasileño y constituye cerca de 7 millones de kilómetros cuadrados.
Debido a la enorme reacción y críticas de muchos gobiernos del mundo, el gobierno de Jair Bolsonaro envió tropas de las Fuerzas Armadas de emergencia a la región, para detener las llamas que queman la selva del denominado "pulmón del planeta".
En el estado de Rondonia, uno de los más afectados, se reporta que el fuego ha disminuido de manera sustancial. En esta zona, frontera con Bolivia, la concentración de calor ha bajado de 400 a 24, según cálculos del Centro Operativo y de Gestión del Sistema de Protección del Amazonas (Censipam).
La región de la Amazonía, entre enero y agosto de 2019, ha experimentado más de la mitad de los casi 71.500 incendios forestales que han tenido lugar en Brasil, según el Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE). Según cálculos oficiales, el fuego ha sido 83% mayor el 2019, que durante el mismo periodo de 2018.
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