
Foto: X @HVasconcelos_
México trasladó al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas su inconformidad por la escalada de tensiones entre Estados Unidos y Venezuela, al advertir riesgos directos para la estabilidad regional derivados del despliegue militar estadounidense en el Caribe. Durante la sesión celebrada en Nueva York el 23 de diciembre de 2025, el embajador mexicano Héctor Vasconcelos pidió frenar cualquier acción armada y priorizar recursos diplomáticos multilaterales, al señalar impactos potenciales sobre la convivencia pacífica regional.
Representantes de otros Estados miembros también expresaron preocupaciones sobre el impacto regional de las acciones anunciadas por Washington, especialmente los aliados del régimen de Maduro. China y Rusia condenaron las medidas estadounidenses contra Venezuela y advirtieron riesgos para la paz en América Latina y el Caribe.
"La reciente escalada de tensiones y el despliegue de fuerzas militares en el sur del mar Caribe representan actos que ponen en riesgo la estabilidad regional. Es imperativo preservar nuestro espacio de convivencia pacífica, no sólo como aspiración regional, sino como una contribución concreta y valiosa a la paz internacional", comentó Vasconcelos.
Días antes, el Ejecutivo federal ya había expresado un reclamo público dirigido al organismo internacional. Desde Palacio Nacional, el 17 de diciembre de 2025, la presidenta Claudia Sheinbaum exhortó a Naciones Unidas a asumir un papel activo frente al bloqueo total de petroleros vinculados con Venezuela anunciado el 16 de diciembre de 2025 por el presidente Donald Trump. En ese mensaje, la mandataria reiteró fundamentos constitucionales relacionados con diálogo, paz y autodeterminación de los pueblos.
Previo al llamado mexicano en el Consejo de Seguridad, el posicionamineto oficial seguía manteniendo cautela. Tras el anuncio del bloqueo naval estadounidense, varios gobiernos latinoamericanos fijaron posturas diferenciadas frente a la crisis. Brasil confirmó contactos directos con Caracas y Washington con intención de mediación, mientras México reiteró su política de no intervención sin emitir pronunciamientos sobre legitimidad política interna venezolana. El 19 de diciembre de 2025, Sheinbaum señaló disposición para impulsar soluciones bajo mecanismos previstos por Naciones Unidas, sin asumir mediación bilateral.
Esa línea discursiva se sostuvo ante solicitudes recientes directas provenientes del gobierno venezolano. El 23 de diciembre de 2025, la presidenta informó que no emitiría posicionamiento respecto a una carta enviada por Nicolás Maduro a gobiernos de América Latina, divulgada un día antes. En el documento divulgado, Caracas denunció operaciones militares estadounidenses e incautaciones de petróleo. En esa intervención, el Ejecutivo reiteró principios históricos de política exterior centrados en no intervención y solución pacífica de controversias, sin anunciar gestiones bilaterales específicas.
Durante las deliberaciones en el Consejo de Seguridad, Vasconcelos hizo referencia a la tradición mexicana en materia de política exterior de respetar la autodeterminación de los ciudadanos. "México reitera que corresponde exclusivamente al pueblo venezolano determinar su futuro político". El Gobierno de Sheinbaum sostiene un reconocimiento implicito a la figura de Nicolás Maduro, cuya legitimidad no es reconocida por gran parte del mundo.
Leopoldo de Gyvés de la Cruz, actual embajador de México en Venezuela, junto a Nicolás Maduro durante la asunción presidencial en enero de 2025. Fuente: IG @ernestovillegaspoljak
Si bien el gobierno mexicano no reconoció los comicios de julio de 2024 de forma explícita, con el paso de los meses, el reconocimiento se fue tornando más formal. En enero de 2025, el Gobierno envió un representante oficial a la investidura de Maduro, alimentando la idea de que su elección fue producto de la voluntad del pueblo venezolano.
Aun así, el Ejecutivo mexicano se niega a sostener cierto respaldo al régimen. Al ser consultada sobre la carta enviada por Maduro, Sheinbaum decidió contestar con los mismos principios que utiliza cuando se le pregunta acerca de una operación en contra del país sudamericano. "Nuestra política exterior (...) no intervención, no injerencia, solución pacífica de los conflictos. Esa siempre va a ser nuestra posición, lo hemos dicho con mucha contundencia y la vamos a defender siempre", expresó.
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