Foto: WikiCommons
Ante la operación naval de Estados Unidos en el hemisferio norte para frenar el movimiento marítimo del narcotráfico en territorio del Caribe, como estrategia de operación durante la pandemia de COVID-19, la administración del presidente Donald Trump acusó de nexos con el narcotráfico al presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro. Frente a estas acusaciones, Nicolás Maduro emitió una carta dirigida al gobierno estadounidense, que circuló en las redes sociales del mandatario; en este documento condenó de manera enérgica las acusaciones, llamó al acuerdo de paz, reprobó la intervención de los U.S. Marines en el Caribe, y solicitó a los países a solidarizarse con la emergencia sanitaria en curso.
De acuerdo con el comunicado oficial, La República Bolivariana de Venezuela calificó de falaz la acusación de Estados Unidos, y afirmó no muestra prueba alguna de sus nexos y cargos acreedores al delito de narcotráfico; además resaltó que el Departamento de Defensa de Estados Unidos no ha catalogado a Venezuela como un país de tránsito primario de drogas hacia este país, a diferencia de Colombia y Honduras. Cabe resaltar que, según las cifras de Washington, el 30% del narcotráfico marítimo en América Latina se origina en la costa oriental de Colombia, con las regiones de Buenaventura y Tumaco con el mayor índice de violencia e inicio en las cadenas de producción correspondientes a este tránsito de drogas.
Asimismo, el 3 de abril Nicolás Maduro declaró que no aceptarán amenazas de guerra, bloqueos, instalación de un tutelaje que viole la soberanía de su pueblo, operar bajo el desconocimiento sobre los avances del diálogo político con la oposición, e ignorar la situación del petróleo.
Por otro lado, a propósito de la política exterior y los pronunciamientos sobre el conflicto entre Venezuela y Estados Unidos, la Secretaría de Relaciones Exteriores de México reiteró su apego a la constitución, y evocó el principio de no intervención y autodeterminación de los pueblos para resaltar el hecho de que solo al pueblo venezolano le corresponde la resolución de sus asuntos. Asimismo, la cancillería rusa, a través de la vocera Maria Zajarova, se pronunció en contra de la maniobras de despliegue anti-narcotráfico que Estados Unidos lleva a cabo en el territorio del Caribe; además ratificó su rechazo a la intervención en Venezuela, condenó las medidas de contingencia deficientes para el COVID-19 por parte de las instituciones estadounidenses, y advirtió sobre un posible golpe de estado en territorio venezolano.
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