Foto: Pedro Basilio (NotiPress)
Las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China cambiaron el eje de discusión el 11 de octubre de 2019 cuando lograron un principio de acuerdo por parte del ministro chino Liu He con la delegación estadounidense en Washington. Donald Trump dijo al respecto, se ha alcanzado un acuerdo significativo en su primera fase, pero aun no está redactado. Michael Hirson, jefe de la práctica de China del Grupo Eurasia expresó, "pienso que esto es una tregua, pero no debemos confiar demasiado en que este acuerdo pueda sostenerse, y aunque existen limites reales en la capacidad de mejorar las relaciones más amplias entre Estados Unidos y China".
Tanto Estados Unidos y China pretenden con esta acción, poner una tregua a la guerra comercial que involucraba a ambas potencias con la consecuente recesión para la economía global. Trump añadió, el acuerdo podría quedar formalizado en el encuentro durante la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en noviembre de 2019 en Chile.
Esta novedad en la relación comercial entre las dos super potencias se da ante la desaceleración de la economía estadounidense, quejas de agricultores y la presión política por la investigación que pretende destituir a presidente Trump.
Trump declaró, las conversaciones comerciales de alto nivel son satisfactorias y se pretende un aumento "tremendo" de compras chinas a productos agrícolas estadounidenses. Aprovecho para anunciar, Beijing abordaría las preocupaciones de Estados Unidos sobre propiedad intelectual, transferencia de tecnología y servicios financieros. Este acuerdo de fase 1 está visto de manera positiva para convertirse en algo oficial en pocas semanas.
Estados Unidos aplazará el aumento de aranceles sobre importaciones por un monto de 250 mil millones de dólares a China, el cual entraba en vigencia el 15 de octubre de 2019. Sin embargo, Trump dejó en suspenso hasta el 15 de diciembre la aplicación de aranceles del 15% a teléfonos celulares, computadoras y juguetes fabricados en China. Al respecto, el jefe de comercio de Trump, Robert Lizghthizer, opinó, estos aranceles podría suspenderse, de alcanzarse por completo el acuerdo.
Los términos del acuerdo no se han dado a conocer públicamente, presumiblemente en un intento por crear un clima de comodidad para las partes involucradas y lograr una negociación de común acuerdo antes de finalizar 2019.
Con todo, el principio de un nuevo acuerdo marca un nuevo hito a las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China. La guerra comercial solo llevaba consternación a los mercados financieros. Myron Brilliant, jefe de asuntos internacionales de la Cámara de Comercio, aprovechó para manifestar, "un rayo de esperanza" se ha producido con estas negociaciones en la relación comercial entre ambas naciones".
Ante los avances en las conversaciones, la administración de Estados Unidos citó violaciones de los derechos humanos al restringir visas para algunos funcionarios chinos. Asimismo, cito la restricción a Huawei de componentes estadounidenses. Según informes, Estados Unidos también considera otras medidas para reprimir a China, como el acceso a capitales y el bloqueo de fondo de pensiones y universidades estadounidenses de las inversiones chinas. La tecnología es un campo clave de la batalla.
Por ahora, el las conversaciones marcan una nueva tregua en la guerra comercial entre Estados Unidos y China, aunque de temporalidad desconocida porque no es la primera ni será la última.
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