Operación Lanza del Sur ¿símbolo de seguridad o advertencia geopolítica?

 14-11-2025
Martín Olivera
   
Portada | Internacional
Foto: Departamento de Defensa de Estados Unidos

Foto: Departamento de Defensa de Estados Unidos

Estados Unidos activó la Operación Lanza del Sur con el objetivo declarado de eliminar redes de narcotráfico en América Latina. Sin embargo, el despliegue militar también fue interpretado como una señal de presión geopolítica en la región. La misión, liderada por el Comando Sur y una fuerza de tarea conjunta, fue anunciada oficialmente el 13 de noviembre por el secretario de Defensa Pete Hegseth.

"Hoy anuncio la Operación LANZA DEL SUR. Dirigida por la Fuerza de Tarea Conjunta Lanza del Sur y @SOUTHCOM, esta misión defiende nuestra patria", afirmó Hegseth en su cuenta de X. El funcionario añadió que la campaña "elimina a los narcoterroristas de nuestro hemisferio y protege a nuestra patria de las drogas que están matando a nuestra gente".

Como parte del operativo, el USS Gerald R Ford fue desplegado en el sur del Caribe, acompañado por destructores y buques de desembarco. En paralelo, se registraron ataques a embarcaciones sospechosas en aguas del Caribe y el Pacífico oriental. Según datos del Pentágono citados por medios locales, más de 80 personas murieron en estas acciones desde septiembre.

"El presidente Trump nos ordenó actuar, y el Departamento de Guerra está cumpliendo", declaró Hegseth al justificar la decisión del Ejecutivo estadounidense. La operación fue respaldada por el secretario de Estado Marco Rubio, quien indicó que el objetivo es combatir a "narcoterroristas organizados". Rubio sostuvo: "eso es lo que el presidente Trump ha autorizado y eso es lo que el ejército está haciendo".

El despliegue no se limita únicamente a recursos tripulados, sino que incorpora tecnología autónoma avanzada y vigilancia remota. De acuerdo con la Armada de Estados Unidos, se emplean buques no tripulados, drones aéreos e interceptores robotizados que operan en coordinación con unidades convencionales. Esta tecnología permite ampliar la cobertura operativa en zonas marítimas de alto tránsito.

La campaña fue interpretada por funcionarios estadounidenses como una iniciativa de seguridad hemisférica frente a las amenazas del narcotráfico. Sin embargo, actores regionales perciben una advertencia militar hacia gobiernos como el de Venezuela. En respuesta, el ministro de Defensa venezolano Vladimir Padrino López anunció una movilización nacional de tropas y sistemas defensivos.

El presidente Nicolás Maduro se dirigió a la población estadounidense con el mensaje: "Unámonos por la paz del continente. No más guerras sin fin. No más guerras injustas. No más Libia, no más Afganistán". Mientras tanto, Colombia y México ajustaron su relación operativa con Washington. Gustavo Petro suspendió temporalmente el intercambio de inteligencia y Claudia Sheinbaum reforzó las tareas de intercepción en aguas internacionales cercanas a su país.

David Smilde, profesor de la Universidad de Tulane, afirmó que la operación "busca ofrecer una amenaza creíble de uso de la fuerza como medida de presión, más que consumar una intervención militar directa". El alcance y la duración del despliegue siguen sin confirmación oficial, aunque desde el Pentágono señalaron que el portaviones podría ser retirado en caso de requerirse en otras zonas estratégicas.

En este contexto, la Operación Lanza del Sur mantiene divididas las interpretaciones sobre su verdadero objetivo. Mientras Washington refuerza su narrativa de seguridad, gobiernos y expertos en la región evalúan sus implicancias geopolíticas y sus efectos sobre la estabilidad continental.




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