Foto: Sergio F Cara (NotiPress)
El panel laboral del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) emitió un fallo a favor de México en el caso de la mina San Martín, situada en Sombrerete, Zacatecas. Los tres miembros del primer panel arbitral del Mecanismo Laboral de Respuesta Rápida (MLRR) determinaron que carecían de jurisdicción para abordar la denegación de derechos sindicales en dicha mina.
Asimismo, en línea con la postura defendida por México, el panel trinacional concluyó, la denegación de derechos sindicales solo puede atribuirse a hechos posteriores a la entrada en vigor del T-MEC y sujetos a la Reforma Laboral de 2019. Los argumentos presentados por Estados Unidos no cumplieron con estos criterios, según lo dictaminado por el panel.
Este veredicto es significativo, ya que establece un precedente sobre la no retroactividad de los tratados comerciales. Para México, es crucial evitar la apertura de esta posibilidad tanto en disputas laborales como en otros ámbitos comerciales.
Con este fallo, México también establece precedentes para un uso razonable y de buena fe del MLRR, limitando su aplicación a su ámbito de competencia y disuadiendo intentos futuros de utilizarlo para interferencias indebidas. El objetivo es que México cumpla con sus compromisos internacionales y, al mismo tiempo, proteja su soberanía nacional para resolver asuntos internos.
En el caso de la Mina San Martín, aunque Grupo México haya negado repetidamente a los trabajadores durante los 16 años de conflicto derechos de libertad sindical y negociación colectiva, estas irregularidades están siendo o han sido corregidas por las autoridades nacionales que tienen jurisdicción sobre el caso.
La Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, antes de la controversia internacional, ya había atribuido la responsabilidad de la huelga a la parte patronal. En este sentido, ordenó el pago de salarios caídos y diversas prestaciones.
Por otro lado, el MLRR ha demostrado ser una herramienta poderosa para proteger los derechos laborales a través de tratados comerciales. También ha ayudado a superar las resistencias contra la democracia y la libertad sindical que aún persisten en algunos lugares de trabajo.
Sin embargo, para mantener su eficacia y evitar su desgaste, es crucial que su aplicación sea razonable, proporcional y de buena fe, sugiere un comunicado de la Secretaría de Relaciones Exteriores. Debe contribuir a fortalecer las instituciones nacionales sin socavar las decisiones tomadas en defensa de los derechos de los trabajadores por las instituciones mexicanas.
Con miras a la revisión del T-MEC en 2026, será necesario abordar el perfeccionamiento de este mecanismo, corrigiendo las asimetrías de su diseño para que, por ejemplo, México también pueda emplearlo en igualdad de condiciones para defender los derechos de los trabajadores migrantes en Estados Unidos y Canadá.
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