Ciudad de México,
Antonio Moreno
Crédito foto: LIng Tang en Unsplash
Luego de las acusaciones por parte de Estados Unidos y Canadá de genocidio contra la población Uigur en Pekín, China, autoridades de la región negaron los hechos y las señalaron como un escándalo político. Según especialistas en derechos humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), un millón de personas pertenecientes a la etnia musulmana Uigur se encuentran en campos de concentración en Xinjiang. Ante ello, organizaciones y gobiernos internacionales han pedido a las autoridades chinas permitir el acceso de comisionados para los derechos humanos y poder verificarlo.
Grupos de derechos humanos y expertos en la materia de la ONU mantienen, en la región de Xinjiang, China, un millón de personas están arbitrariamente detenidas en campos de concentración. Ante esta señalización, Estados Unidos acusó a China de "genocidio y crímenes contra la humanidad" por el trato contra Uigures en dicha región, los cuales son sometidos a "torturas y trabajos forzados".
Por su parte, el secretario de política exterior de la Unión Europea (UE), Joseph Borrell, instó a China a permitir el acceso a la comisionada para los derechos humanos, Michelle Bachelet, como observadora a Xinjiang. Tanto Bachelet como observadores independientes de derechos humanos serían "clave para permitir una evaluación independiente, imparcial y transparente de las graves preocupaciones en la comunidad internacional", indicó Borrell.
Asimismo, el parlamento de Canadá aprobó por unanimidad una moción no vinculante donde advierte oficialmente adoptar la posición de la ONU respecto al tema "si los abusos continúan". Por ello, la embajada de China en Canadá condenó la decisión tomada en la Cámara de los Comunes como un "movimiento vergonzoso".
Wan Yi, ministro de relaciones exteriores de China, rechazó las acusaciones de genocidio en la región de Xinjiang y dijo, recibiría a personal de la ONU en visita a la región. "Nunca ha habido nada como genocidio, trabajo forzado u opresión de la religión; dichas ‘afirmaciones sensacionalistas’ están argumentadas en ignorancia, prejuicios y escándalos políticos puramente calumniosos", agregó. También, las autoridades chinas cuestionaron las acusaciones de genocidio cuando en la región, la población Uigur ha crecido a alrededor de 2 millones 500 mil personas.
"Creo que sus comentarios reflejan el patrón continuo de la tendencia de Pekín por evitar ser culpable de sus ‘prácticas económicas depredadoras’ y su falta de transparencia", respondió Ned Price, portavoz del departamento de estado estadounidense. Por su parte, William Nee, coordinador de investigación en China Human Rights Defenders, dijo, el discurso sobre derechos humanos en China normalmente ha sido cancelado o demostrado ser completamente ineficaz.
Una de las advertencias a futuro de Estados Unidos ante las acusaciones de genocidio en Pekín, fue, continuar trabajando con aliados internacionales sobre violación a derechos humanos en China. Mientras, la ONU podría verificarlo sólo al llegar a la región de Xinjiang y obtener declaraciones de los ciudadanos y ampliar su investigación al respecto.