Foto: Foto: cortesía de la Casa Blanca
Las políticas migratorias del presidente Donald Trump están obteniendo los resultados deseados después de pactos y amenazas arancelarias. Ahora el número de migrantes que viajan a la frontera están disminuyendo y Guatemala acaba de pactar como tercer país seguro este viernes 26 de julio de 2019.
Guatemala firmó un acuerdo con el gobierno de Estados Unidos para las solicitudes de protección de migrantes, convirtiendo al país centroamericano en un tercer país seguro para las personas rechazadas. Luego de la amenaza por aranceles, el gobierno guatemalteco decidió ceder con el fin de que inmigrantes entren, permanezcan, transiten o salgan de su territorio, así como ofrecer permanencia migratoria.
Guatemala no puede retornar o expulsar a los solicitantes hasta su traslado en el país para garantizar la evaluación de sus casos; al mismo tiempo Estados Unidos cooperará para fortalecer las capacidades institucionales del gobierno guatemalteco. El acuerdo, firmado por Kevin McAleenan, secretario interino de Seguridad Nacional estadounidense, y Enrique Degenhart, ministro de Gobernación de Guatemala, tiene duración de dos años.
En el mismo sentido, México ha contribuido en la disminución del flujo de migrantes centroamericanos que buscan el asilo en el país norteamericano en un 36,4%. Las cifras logradas fueron gracias a la implementación del nuevo programa de migración con el despliegue de miles de soldados pertenecientes a la Guardia Nacional en las fronteras norte y sur de México.
Con esta disminución, Mike Pompeo, secretario de Estado estadounidense, y Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores, se felicitaron por el esfuerzo sin necesidad de la imposición de aranceles como amenazaba el gobierno estadounidense. Esto evitó avanzar en las negociaciones de tercer país seguro, tal como lo pretendía México.
Entre los logros recientes por parte del presidente estadounidense se encuentra la aprobación de parte de la Suprema Corte de Estados Unidos para la construcción del muro en la frontera sur con un presupuesto de 2 mil 500 millones de dólares. El importe será utilizado por el Departamento de Defensa para pagar cuatro contratos ya adjudicados.
Aunado a este 'logro', el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) tiene permitido deportar a cualquier migrante que no pueda demostrar al menos dos años de radicalización en el país. Antes sólo los jueces federales podían deportar a las personas arrestadas a 100 millas de la frontera y con menos de dos semanas de estadía, pero la situación cambio con el Programa de Deportación Acelerada.
Por su parte, activistas e instituciones a favor de los derechos de los migrantes buscan apelar a la corte los últimos programas de Donald Trump. Mientras tanto, el presidente de Estados Unidos celebra en su cuenta de Twitter los resultados obtenidos por su administración en la detención de migrantes como su propuesta de campaña tanto prometió.
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