Ciudad de México,
Axel Olivares
Crédito foto: X @FEscrutinio
Somalilandia, un Estado que proclamó su independiente hace 34 años pero que aun no es reconocido por ningún país, vuelve al ojo público luego de que Israel se convirtiera en el primer país en reconocer su soberanía. Lejos de ser un motivo de celebración, la decisión por parte del Gobierno de Benjamín Netanyahu reaviva uno de los conflictos territoriales más prolongados del Cuerno de África.
Caracterizada por ser una región semidesértica, Somalilandia ocupa un territorio de 137,600 km² con cerca de 3.5 millones de habitantes. En 1991, se autoproclamó independiente de Somalia y desde entonces ha operado como un Estado de facto con gobierno, moneda, fuerza policial y fronteras propias, aunque sin reconocimiento oficial por parte de la comunidad internacional.
Ubicación de Somalilandia. Fuente: Google Maps
Ubicada entre Etiopía y Somalia, Somalilandia fue primero un protectorado británico hasta 1960. Luego se unificó brevemente con la Somalia italiana, creando la actual República de Somalia. Sin embargo, esta unión generó tensiones desde sus inicios y derivó en décadas de conflictos armados, persecuciones étnicas y desconfianza hacia el gobierno central. La situación se agravó durante el régimen militar de Mohamed Siad Barre (1969-1991), señalado por la ONU por perpetrar genocidio contra el pueblo isaaq en el norte de Somalia.
Desde su declaración de independencia, Somalilandia ha sido considerada un ejemplo de estabilidad relativa en una región marcada por la violencia. Ante la caótica Somalia, considerada un Estado fallido, esta región realiza elecciones periódicas, mantiene una seguridad interna destacada y ha establecido relaciones diplomáticas no oficiales con países como Taiwán desde 2020. Además, Etiopía, un Estado sin salida al mar, aseguró en 2024 que se encuentra interesado en arrendar propiedades en Somalilandia para construir un puerto o una base naval.
La decisión de Israel provocó una reacción inmediata en la región. Somalia, Egipto, Turquía y Yibuti rechazaron el reconocimiento en un comunicado conjunto, alegando que viola la soberanía somalí. La Liga Árabe calificó el acto como un "desafío directo" al orden regional y llamó a una reunión de emergencia para tratar el asunto. Palestina denunció la acción como parte de una estrategia israelí para fomentar el separatismo, mientras que el representante somalí ante la Liga, Ali Abdi Aware, lo describió como un "acto agresivo y provocador".
El escándalo llegó hasta el Consejo de Seguridad de la ONU donde Khaled Khiari, asistente del secretario general para Oriente Medio y Asia-Pacífico, llamó a respetar la unidad de Somalia e instó a ambas partes a retomar un "diálogo pacífico y constructivo".
"Pedimos a ambas partes que se abstengan de cualquier acción que pueda agravar aún más la situación", afirmó.Israel enmarcó su decisión en los Acuerdos de Abraham, firmados en 2020 para fomentar la unidad árabe-israelí. El representante israelí ante la ONU argumentó que Somalilandia cuenta con "una población, un territorio definido y un gobierno efectivo", además de alegar que ya había reconocido su independencia en la década de 1970. El anuncio del primer ministro israelí fue calificado por el presidente somalilandés, Abdirahman Mohamed Abdullahi, como un "momento histórico".
Uno de los rechazos más contundentes provino desde Yemen. El líder de los rebeldes hutíes, Abdelmalek al Huti, advirtió que cualquier presencia israelí en Somalilandia sería considerada un objetivo militar. El grupo armado acusa a Israel de intentar establecer una base para operaciones hostiles en la región del mar Rojo y el golfo de Adén, una ruta marítima estratégica para el comercio global.
El reconocimiento plantea un dilema diplomático: por un lado, podría incentivar a otras naciones a seguir el ejemplo israelí, fortaleciendo la posición internacional de Somalilandia. Por otro, aumenta la tensión con Somalia y los países de la región, que temen una ola de separatismos y una escalada de la violencia.
Pese a este primer reconocimiento formal, Somalilandia continúa fuera del sistema internacional oficial. Su independencia sigue siendo rechazada por organismos como la ONU, la Unión Africana y la Liga Árabe. Sin embargo, el gesto israelí puede representar una oportunidad para la región en un futuro próximo, aunque esa oportunidad puede fomentar un aumento de las tensiones con los países a su alrededor y con la misma Somalia que se niega soltar este territorio.