Ciudad de México,
Jorge Cerino
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Israel instruyó a su policía para remover todas las banderas palestinas del espacio público, llamando a este símbolo nacional de Palestina "un acto terrorista". Aunque la ley israelí no prohíbe las banderas palestinas, los soldados y policías tendrán el derecho a retirarlas en casos donde considere que existe una amenaza para el orden público. Este anuncio es el más reciente en un recrudecimiento de las medidas israelíes contra Palestina, desde la llegada de un nuevo gobierno ultraconservador.
Aquella medida sobre las banderas palestinas provienen de Itamar Ben-Gvir, ministro de seguridad nacional y político de extrema derecha, conocido por su retórica antiárabe. Recientemente, Ben-Gvir recibió fuertes críticas por visitar por primera vez desde su designación la mezquita de al-Aqsa, considerada el tercer lugar sagrado más importante de la religión islámica. Allí, el ministro declaró "Nuestro gobierno no se rendirá ante las amenazas de Hamas", como respuesta al grupo militante palestino, quien advirtió previamente que dicha visita sería una provocación.
Respecto a este acto, la ONU llamó a todas las partes a abstenerse de tomar medidas "que puedan agravar las tensiones en los lugares sagrados de Jerusalén". El organismo considera que cualquier incidente o tensión en estos sitios podría desbordarse y provocar actos de violencia en todo el territorio palestino ocupado, en Israel y en otros lugares de la región. "Aunque la visita no fue acompañada ni seguida de violencia, se considera particularmente incendiaria", comentó la ONU, por las posturas de Ben-Gvir respecto al status quo de los lugares sagrados de Jerusalén.
El 29 de diciembre de 2022 comenzó su sexto mandato el primer ministro Benjamín Netanyahu, con una coalición caracterizada como de línea dura en la prensa israelí. Dicha coalición se comprometió a considerar la anexión de Cisjordania, una región de Palestina considerada territorio ocupado según el derecho internacional y la Organización de las Naciones Unidas. Asimismo, sus políticas también contemplan obstaculizar al Tribunal Superior y centralizar aún más el control ortodoxo sobre los servicios estatales.
Debido al inicio de un nuevo gobierno de posturas ultraconservadoras, se ha acelerado el endurecimiento de medidas punitivas contra Palestina. Pese al reconocimiento del derecho internacional, de la existencia de una situación de apartheid en los territorios ocupados palestinos, la ocupación Israelí continúa sin resolución desde hace 56 años. Para avanzar en este asunto, la ONU considera necesario "un conjunto imaginativo y enérgico de medidas de rendición de cuentas", el cual consiga que Israel deje de desafiar las resoluciones del consejo y la asamblea en cuanto a esta materia.