Foto: Flickr
Ante el asesinato de George Floyd, cometido el pasado 25 de mayo por unidades de la policía de Minneapolis, diversas figuras públicas y funcionarios han emitido opiniones e intervenido con respecto a la comunidades afroamericanas, sus movilizaciones, y situación de resistencia. El impacto de la protesta repercute entre fiscales, abogados y policías, así como en las campañas políticas; no obstante, las quejas sobre el uso de la protesta por oportunistas comienzan a emerger entre la opinión pública y redes sociales.
Joe Biden, ex vicepresidente de Estados Unidos, declaró que las últimas palabras de Floyd, "no puedo respirar", durante su breve custodia y sufrimiento de un brutal abuso del poder, deben transformarse en un despertar para la nación. De igual manera, condenó los actos represores de la policía, la respuesta del presidente Donald Trump, quien en su cuenta de Twitter calificó de matones -thugs- a los manifestantes durante las movilizaciones del 30 de mayo, y marcó una clara diferencia entre sus propuestas para Estados Unidos, con respecto a esta opresión, y las del mandatario Trump.
Sin embargo, durante la campaña de cuarentena del 2 de junio, Biden indicó su oposición tanto a las movilizaciones, que denominó disturbios -riots-, como al uso excesivo de la fuerza por parte de la policía estadounidense. Ante este hecho, junto con las declaraciones emitidas en la entrevista para el programa de radio The Breakfast Club, donde aludió tener garantizado el voto afroamericano con la frase "if you have a problem figuring out whether you're for me of Trump, then you ain't black" -si tienes complicaciones decidiendo si estás conmigo o con Trump, entonces no eres negro-, varios sectores de la comunidad afroamericana toman con sospecha, reserva y rechazo las intenciones de Biden ante el asesinato de George Floyd; en primer lugar, por equiparar las movilizaciones con el despliegue de brutalidad de la policía, y en segundo lugar, por asegurar tener voto afroamericano y tomar protagonismo.
Por otro lado, con respecto a las dificultades presentadas por el sistema de justicia estadounidense, Paul Butler, fiscal y autor del libro "Chokehold: Policing Black Men", declaró en una entrevista realizada por Anushka Asthana, para The Guardian, que las desigualdades estructurales de la población afroamericana en Estados Unidos tienen raíces profundas, mismas que afectan en todos los sectores y condicionan el miedo hacia las figuras de autoridad entre sus comunidades, porque implican un dominio fundamentalmente racista y opresor, en tanto es su realidad desde la infancia. Butler se refiere, asimismo, a las dificultades de los afroamericanos para ingresar en los distintos sectores del sistema estadounidense, y no plantea un escenario favorable con base en su situación actual.
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