Provincias en Brasil y Argentina regresan a clases presenciales en medio de pandemia

 11-08-2020
Patricio Contreras
   
Portada | Internacional
Foto: pixabay

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Las provincias de Amazonas y San Juan, pertenecientes a Brasil y Argentina, respectivamente, vieron el regreso a las aulas de 120 mil 500 niños y jóvenes estudiantes de educación básica y media este lunes 11 de agosto, dando comienzo a los primeros ciclos de clases presenciales en Latinoamérica desde el surgimiento de la pandemia por Covid-19.

En el caso de la provincia de Amazonas, que registra 106 mil 950 de los 3 millones 57 mil casos de contagio en Brasil, el regreso se restringe a las escuelas del sistema público de su capital, Manaos, y se suman 110 mil estudiantes. Ello conllevó una inversión de 10 millones de reales públicos para readaptar los colegios con medidas tales como la instalación de dispensadores de material desinfectante y el reparto general de mascarillas de protección.

Por otra parte, en la provincia de San Juan regresan solo 10,470 alumnos. Dicha región registra 22 contagios de los 246 mil 499 contabilizados en toda Argentina. Las autoridades del país igualmente procuraron la entrega de un kit personal de higiene a cada alumno, incluyendo alcohol en gel, jabón, mascarilla y una toalla personal.

Si bien, los gobiernos de ambas provincias aseguran tener la pandemia bajo control, la evolución de la enfermedad en el continente americano plantea serias dudas y preocupaciones sobre la viabilidad y los riesgos que podría acarrear el reinicio de las actividades escolares en su formato presencial.

Principalmente, los países en vías de desarrollo se ven con dificultades extras tanto para llevar a cabo las correctas medidas de higiene y distanciamiento personal, como para implementar la infraestructura tecnológica que posibilitaría la transición a una nueva normalidad segura.

Esto, en el contexto de pobreza en el que se ven inmersas muchas comunidades de Latinoamérica, conlleva un bajo nivel adquisitivo dedicado a tecnología, así como la falta de acceso a servicios médicos y de alimentación de calidad y, en virtud de la precariedad habitacional, la imposibilidad de seguir los protocolos básicos de higiene y distanciamiento.

Un ejemplo de esto es Panamá, país que acumula tres semanas de su proceso de implementación paulatina de actividades escolares a distancia. Fernando Ábrego, director de la Asociación de Profesores de la República de Panamá, acusó que el principal problema es la conectividad y la asignación de recursos públicos a la tecnología, pues solo existe acceso a Internet en el 55% del territorio nacional.

Mientras tanto, en México no hay planes de iniciar clases de manera presencial en ningún estado de la república. En cambio, las actividades escolares del sistema público se reiniciarán el 24 de agosto por medio de transmisiones por radio y televisión, gracias a un mutuo acuerdo entre la Secretaría de Salud y las grandes empresas de telecomunicaciones como TV Azteca y Televisa.

El esperado regreso a clases bajo una nueva normalidad ha tomado sus primeros pasos en comunidades selectas de Argentina y Brasil que, por sus bajos niveles de contagio, podrían representar los primeros casos de éxito de un regreso seguro tras la explosión de la pandemia de Covid-19 en marzo de 2020, enfermedad que ya registra 5 millones 157 mil 394 de enfermos en Latinoamérica.




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