Foto: Pedro Basilio (NotiPress)
En un contexto de creciente tensión en el Pacífico, Estados Unidos está trazando una nueva estrategia para proteger a Taiwán de una posible invasión china. Denominada "Hellscape", esta estrategia se basa en el despliegue masivo de drones para transformar el estrecho de Taiwán en un terreno de combate difícil para las fuerzas chinas. Esto buscará reforzar la defensa de la isla y establecer un entorno hostil que disuada a China de realizar cualquier acción militar.
Sin embargo, este concepto, que captó la atención de analistas y estrategas, fue detallado por el almirante Samuel Paparo, jefe del mando Indo-Pacífico, durante el Diálogo Anual Shangri-La. Allí, el almirante Paparo describió la estrategia como una inundación del estrecho de Taiwán con miles de vehículos no tripulados, destinados a retrasar el avance chino y permitir que Estados Unidos y sus aliados refuercen sus posiciones en la región.
Asimismo, la estrategia "Hellscape" se basa en saturar el área con drones terrestres, marítimos y aéreos para crear un entorno extremadamente hostil para las fuerzas invasoras. En años recientes, el uso de drones cambió radicalmente el panorama de los conflictos bélicos, desde Ucrania hasta el Oriente Medio. La capacidad de los drones baratos y fácilmente armables demostró efectividad en múltiples frentes de batalla.
La adaptación de Estados Unidos a este nuevo entorno no tripulado fue rápida y decidida. La inclusión de enjambres de drones autónomos en la estrategia de defensa de Taiwán refleja una clara respuesta a las crecientes capacidades militares chinas. Por su lado, China incrementó significativamente su despliegue militar y cuenta con una armada considerable y un número de aviones de guerra que supera al de Estados Unidos.
Además, la capacidad para fabricar drones de combate aumentó, convirtiéndolo en uno de los principales exportadores de estos dispositivos. A pesar de los avances de Estados Unidos en la tecnología de drones, la ventaja de China en términos de cantidad y costo de producción plantea un desafío. El plan "Hellscape" también contempla el uso de drones para funciones críticas como inteligencia, vigilancia y reconocimiento, permitiéndole a Estados Unidos y sus aliados obtener una visión más completa del campo de batalla.
Por otra parte, la estrategia del plan incluye la implementación de enjambres de drones conectados en red atacarán a los adversarios y confundirán la aviación enemiga y apuntarán misiles aliados. Con la experiencia en Ucrania, donde los drones se utilizaron con eficacia para desbaratar las fuerzas rusas, influyo en esta estrategia. Sin embargo, el Pentágono está trabajando activamente en la implementación del plan "Hellscape".
Igualmente, la iniciativa "Replicator" busca construir y desplegar sistemas autónomos desechables en grandes cantidades, con un presupuesto valioso asignado para este propósito. Además, el ejército de Estados Unidos está invirtiendo en nuevas municiones y vehículos no tripulados para reforzar su capacidad de respuesta rápida. No obstante, Estados Unidos está colaborando con Taiwán para mejorar sus capacidades defensivas. La reciente venta de armas a Taiwán incluye drones kamikaze y municiones de merodeo y esto fortalecerá las defensas de la isla y mejorará la capacidad para enfrentar una invasión.
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