Ciudad de México,
Belem Ruiz
Crédito foto: Pedro Basilio (NotiPress)
En 1997 México introdujo su nuevo sistema de contribución definida de cuentas individuales orientado a trabajadores del sector privado y una década más tarde entró en vigor el correspondiente a trabajadores del sector público. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) destaca el éxito de la iniciativa al aumentar la capacidad de la economía mexicana en cuanto a financiamiento de pensiones. Sin embargo, señala este organismo internacional, se requieren significativas mejoras. ¿Qué podría aprender México de los planes complementarios de ahorro para el retiro implementados por India?
Según señala la OCDE, son cuatro las principales áreas que requieren mejoras en los modelos mexicanos de pensiones: transición al nuevo modelo; contribuciones obligatorias; red de protección social a la tercera edad (pensiones sociales); fragmentación del sistema de pensiones. En el caso particular de las contribuciones, son muy bajas, no alcanzan a garantizar beneficios pensionarios de más de 50% del último salario percibido antes de la jubilación. La tasa promedio de contribución es de 6.5% y esto, en el mejor de los escenarios, lleva a una tasa de remplazo de apenas 26%; aumentar a 13% o 18% (durante cuatro décadas) la tasa de contribución pensionaria podría garantizar tasas de reemplazo de entre 75% y 90%.
Los sistemas de contribución pensionaria en otros países en desarrollo podrían beneficiarse de programas similares al Sistema Indio Voluntario de Pensiones (Voluntary National Pension System, NPS), un plan complementario de retiro de cotización definida, caracterizado por el hecho de que las suscripciones son totalmente voluntarias. Anil Lobo, líder de negocios en India y experto de práctica jubilatoria en Mercer, señala tres exitosas prácticas y valiosas lecciones del sistema indio de pensiones y sus planes complementarios de ahorro para el retiro:
1. Nuevas soluciones para la deuda pública insostenible. Factores económicos y demográficos (como la inflación o una prolongada esperanza de vida de los jubilados) contribuyeron a que en India el programa de jubilación aumentara 120 veces su costo de 1980 a 2006 (pasó de 5 mil millones a 600 mil millones de dólares). Una de las medidas tomadas por los hacedores de políticas públicas para contribuir a garantizar calidad de vida digna y a la vez proteger las finanzas nacionales consistió en fomentar la toma de conciencia entre los trabajadores en torno a su propia responsabilidad de prepararse.
2. Fomentar planes complementarios de ahorro para el retiro a través de ventajas fiscales. Si bien algunos de los altos ejecutivos indios podrían tener acceso a diversos planes de ahorro para el retiro, la mayoría de la clase trabajadora sólo tiene a su disposición planes de retiro de cotización definida patrocinados por sus empleadores. Entonces, el Gobierno indio incentiva a los trabajadores a sumarse al NPS mediante tres diferentes opciones de ahorro de impuestos; en adición, recientemente se hizo más flexible el sistema al permitir retirar hasta 60% del ahorro de forma libre de impuestos.
3. Divulgación de los beneficios del sistema de ahorro voluntario de pensiones. No obstante las ventajas adicionales ofrecidas por el NSP a los ahorradores, en realidad, las tasas de participación todavía son bajas; algunos trabajadores aún no comprenden la importancia de ahorrar en previsión para su retiro ni las ventajas del propio sistema. Quienes lideran el NSP de India ahora hacen uso de varios canales y plataformas con el propósito de comunicar y educar a la población sobre el funcionamiento del programa: talleres, seminarios, reuniones, campamentos, medios de comunicación, etcétera.
México podría aprender de las experiencias del sistema de ahorro voluntario de pensiones de India. De acuerdo con Fernando Solís Soberón, economista y director general de Banca de Ahorro y Previsión de Banorte, la lista de los pendientes en la agenda del sistema mexicano de pensiones es larga. Asegura Solís Soberón que el país podría solucionar algunos de sus más serios problemas en la materia si se crea un sistema nacional de pensiones dirigido a todos los trabajadores asalariados y no asalariados, además de mejorar la administración de riegos de las inversiones de los fondos de pensiones y se amplía el ámbito de decisión tanto de las afores como de los trabajadores, a fin de no inhibir la diferenciación de productos.