Ciudad de México,
A Amigon
Crédito foto: POTUS en Twitter
Como lo prometido durante la campaña por la presidencia de Estados Unidos, Joe Biden busca una reforma migratoria que revierta los daños causados por el expresidente Donald Trump. La reforma migratoria fue presentada al Senado el 18 de febrero para su aprobación y con ello, la naturalización de 11 millones de inmigrantes.
Entre las primeras acciones como presidente, Joe Biden firmó 17 actas, una con la reforma migratoria para presentar al Senado estadounidense. El borrador, llamado US Citizenship Act if 2021 se entregó por parte de Bob Menéndez, senador hispano, y Linda Sánchez, representante del partido demócrata.
La reforma es una propuesta para que en ocho años gran parte de los inmigrantes que vivan en Estados Unidos puedan ser ciudadanos. Con ella, cualquier indocumentado puede aplicar por una green card luego de 5 años de vivir en el país, siempre y cuando haya pagado impuestos y tenga un historial criminal limpio. En especial los dreamers e inmigrantes agricultores tienen preferencia para tener una green card de forma inmediata bajo la legislación.
Asimismo, la reforma elimina atrasos y tiempos de espera, recupera visas y aumenta sus límites, lucha contra la discriminación de familias LGBTQ+ y aprueba peticiones de patrocinio familiar para unir familias. Mediante esta reforma, pueden naturalizarse los inmigrantes indocumentados los cuales llevan alrededor de 15 años en Estados Unidos, según el Centro para el Progreso Estadounidense.
Otros cambios incluyen el NON BAN Act para prohibir la discriminación por motivos religiosos, como lo hecho por Donald Trump al impedir la entrada de musulmanes al país. Además, la frontera sur dejará las fortificaciones hacia el muro y desplegará tecnología que facilite el chequeo de narcóticos o contrabando, volviendo menos discriminatorio el proceso para solicitar asilo.
Términos como "alien" o "extranjeros ilegales" también serán prohibidos por agentes migratorios estadounidenses, según instrucciones de Tracy Renaud, directora interina del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS). Con esto se revierten las órdenes de Trump para referirse así a las personas indocumentadas, estipuladas también en la reforma de Joe Biden.
"Nunca ganaremos una discusión que no tengamos el coraje de hacer", declaró a medios Bob Menéndez. "Haremos lo correcto y defenderemos una reforma migratoria inclusiva y duradera; hemos visto en una encuesta tras otra, la gran mayoría de los estadounidenses nos apoyan".
Esta reforma necesita de al menos 60 votos de 100 por parte del Senado y el apoyo de la Cámara de Representantes para su aprobación. Mientras las decisiones son tomadas, el pueblo estadounidense y de 11 millones de inmigrantes esperan por la aprobación que les ofrezca un futuro mejor como ciudadanos estadounidenses.