Foto: Sergio F Cara (NotiPress/Composición)
En un movimiento inesperado como la mayoría de los acontecimientos en las elecciones de Venezuela 2024, las tensiones en América del Sur se centraron ahora con presidente chileno Gabriel Boric. El régimen de Nicolás Maduro categorizó al mandatario chileno junto a Luis Lacalle Pou, Dina Boluarte y Javier Milei. Esta comparación es sorprendente dada la conocida inclinación izquierdista de Boric, seguidor de Salvador Allende y crítico del neoliberalismo. La declaración de Maduro surgió por los dichos de Boric sobre las recientes elecciones en Venezuela, cuyos resultados han sido ampliamente cuestionados por la comunidad internacional.
"El régimen de Maduro debe entender que los resultados que publica son difíciles de creer", afirmó Boric en X durante el mismo 28 de julio de 2024. "No reconoceremos ningún resultado que no sea verificable", añadió. Chile es el quinto país con mayor recepción de venezolanos en Sudamérica.
Venezuela decidió retirar su personal diplomático de Chile junto a otros países. El canciller venezolano, Yvan Gil, respondió contundentemente: "No necesitamos su devaluado reconocimiento". La vicepresidenta Delcy Rodríguez también criticó duramente a Boric, calificándolo de "servil" y "sin vergüenza". Boric respondió a los dichos al decir, "ni subordinaciones, ni cálculos. Principios."
"El gobierno de Venezuela anuncia la expulsión de nuestra misión diplomática de su país con una serie de argumentos inverosímiles y demostrando una profunda intolerancia a la divergencia, esencial en una democracia", escribió Boric en X
Varios políticos chilenos de izquierda, como la excandidata a gobernadora Karina Oliva y el diputado PC Boris Barrera, estuvieron en Caracas como observadores y se sumaron a las críticas contra Boric.
Por su parte, el politólogo Mario Herrera de la Universidad de Talca explicó que las declaraciones de Gabriel Boric forman parte de una estrategia de política exterior para diferenciarse de otros presidentes de izquierda en la región. Además, señaló que esta postura también tiene implicaciones en la política local chilena, especialmente en comunas con alta concentración de migrantes venezolanos que son clave en las próximas elecciones municipales.
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