
Foto: Sergio F Cara (NotiPress)
El avance hacia la sostenibilidad industrial en 2024 está siendo liderado por tecnologías innovadoras que prometen transformar sectores tradicionalmente intensivos en emisiones de carbono. Según el informe Net Zero Industry Tracker 2024 del Foro Económico Mundial (WEF), estas soluciones disruptivas están comenzando a cerrar la brecha entre las metas de cero neto y la realidad operativa de las industrias.
Las iniciativas más destacadas incluyen el uso de hidrógeno verde, la captura y almacenamiento de carbono (CCUS, por sus siglas en inglés), y la electrificación avanzada de procesos industriales. Estas tecnologías están marcando una diferencia significativa en sectores como el cemento, la siderurgia y los petroquímicos, que en conjunto representan un alto porcentaje de las emisiones globales.
Uno de los avances clave mencionados en el informe es el crecimiento de las aplicaciones del hidrógeno verde. Producido mediante electrólisis utilizando energías renovables, el hidrógeno verde se posiciona como un sustituto viable de los combustibles fósiles en procesos industriales que requieren altas temperaturas, como la producción de acero. Sin embargo, su adopción aún enfrenta retos como la falta de infraestructura y los altos costos de producción, que limitan su implementación a gran escala.
Otra tecnología disruptiva que está ganando terreno es el CCUS, que permite capturar hasta el 90% del CO₂ generado en procesos industriales para almacenarlo de forma segura o reutilizarlo en otros productos. El informe destaca que esta tecnología, aunque prometedora, requiere un aumento significativo de inversiones y normativas claras para garantizar su escalabilidad.
Por otro lado, la electrificación avanzada también está cambiando el panorama de sectores industriales como el químico y el manufacturero. La integración de sistemas eléctricos avanzados, impulsados por fuentes de energía limpia, está reduciendo la dependencia de los combustibles fósiles, acelerando el camino hacia la descarbonización.
Pese a estos avances, el informe enfatiza que el éxito de estas tecnologías dependerá de la colaboración entre los sectores público y privado, así como de inversiones estratégicas que permitan superar los desafíos técnicos y económicos actuales. Asimismo, la implementación de políticas climáticas sólidas y el desarrollo de infraestructuras robustas son factores esenciales para garantizar que estas soluciones disruptivas puedan escalar a nivel global.
De esta manera, las industrias enfrentan una oportunidad única: redefinir sus modelos operativos y adoptar tecnologías que no solo reduzcan su huella de carbono, sino que también impulsen su competitividad en un mercado global cada vez más orientado hacia la sostenibilidad.
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