Foto: X @WhiteHouse
Donald Trump se enfrenta a una decisión crucial en medio del conflicto entre Rusia y Ucrania. El mandatario estadounidense ya recibió las condiciones de su homólogo ruso, Vladímir Putin, para establecer un alto el fuego. Su respuesta es un movimiento que podría marcar un punto de inflexión en la guerra.
Las exigencias rusas incluyen la renuncia de Ucrania a unirse a la OTAN, la retirada de tropas ucranianas de ciertas zonas en disputa, el cese del apoyo militar occidental a Kyiv y la aceptación de una cesión territorial a favor de Rusia. Estas condiciones fueron transmitidas a Washington luego de un encuentro en Moscú entre Putin y el enviado especial de Trump, Steve Witkoff.
El mandatario estadounidense calificó las negociaciones como "muy buenas y productivas", mostrando optimismo sobre la posibilidad de alcanzar un acuerdo que detenga la guerra. Sin embargo, aceptar las condiciones de Putin significaría ceder a demandas que podrían cambiar el equilibrio de poder en la región y generar una mayor resistencia por parte de Ucrania y sus aliados europeos.
Mientras el mundo observa con atención, la respuesta de Trump podría redefinir el rumbo del conflicto. Cabe destacar que el presidente estadounidense se mostró desde el inicio de su segunda gestión con mayor predisposición a ceder a los objetivos del Kremlin en detrimento de los ucranianos.
Con el pretexto de la cuantiosa cantidad de dinero que Estados Unidos envía a Ucrania en ayuda militar, el republicano ha acusado al presidente ucraniano, Volodomir Zelenski, de "desagradecido", "dictador" y de querer iniciar una "tercera guerra mundial", lo cual ha minado la relación entre ambos países. Si bien Trump se mostró como un partidario del fin de la guerra, está por verse hasta qué punto un posible acuerdo de paz puede beneficiar a ambas partes.
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