
Foto: Sergio F Cara (X/@realdonaldtrump/NotiPress)
Estados Unidos implementó una nueva legislación destinada a frenar el impacto perjudicial de tecnologías emergentes utilizadas para manipular imágenes íntimas. La "Take It Down Act" fue firmada por el presidente Donald Trump en una ceremonia realizada en la Casa Blanca, con el objetivo de penalizar la distribución de contenido sexual no consensuado, incluyendo aquel generado por inteligencia artificial.
La normativa exige a plataformas digitales la eliminación obligatoria de imágenes explícitas no consentidas en un plazo no mayor a 48 horas desde su notificación. Además, establece directrices claras para autoridades encargadas de procesar casos relacionados con este tipo de contenidos. Se trata de una respuesta legal frente a prácticas digitales que afectan gravemente a víctimas de manipulación visual no autorizada.
Esta ley representa una de las primeras acciones federales estadounidenses orientadas a enfrentar los daños provocados por contenido creado mediante inteligencia artificial. Hasta ahora, las regulaciones existentes variaban de manera considerable según el estado, dejando sin protección uniforme a víctimas adultas. Previamente, solo existía una prohibición federal centrada en imágenes falsas de menores.
Más de 100 organizaciones, incluidas grandes firmas tecnológicas como Meta, Google y TikTok, respaldaron la legislación. Estas empresas también colaboran con iniciativas sin fines de lucro, tales como StopNCII.org y Take It Down, para facilitar la remoción de contenidos dañinos en múltiples plataformas. Otras, entre ellas Apple, adoptaron medidas orientadas a retirar aplicaciones que emplean IA para crear desnudos manipulados.
Voceros de distintas entidades sociales expresaron su apoyo a la ley. Ilana Beller, representante del grupo Public Citizen, declaró: "Los deepfakes íntimos son un claro daño sin ningún beneficio". Esta afirmación fue compartida por otros actores involucrados en el proceso legislativo. Imran Ahmed, director ejecutivo del Center for Countering Digital Hate, señaló que esta legislación obliga a redes sociales a proteger derechos fundamentales, especialmente de mujeres jóvenes.
Iniciativas legales impulsadas por avances tecnológicos reflejan la necesidad de estructuras normativas más sólidas en entornos digitales. La creación de contenidos falsos por medio de algoritmos generativos dejó de ser un asunto técnico para convertirse en una problemática legal y social. El Congreso estadounidense, con una aprobación casi unánime, expresó su voluntad política para abordar estos desafíos mediante la ley firmada esta semana.
Un punto destacado de esta nueva normativa es su aplicabilidad ante incidentes como el de Elliston Berry, víctima adolescente cuya imagen fue manipulada digitalmente por un compañero de clase. Su caso, presentado públicamente junto con otras experiencias similares, fortaleció el respaldo ciudadano y oficial hacia esta medida. Berry participó en el evento de promulgación, acompañado de Francesca Mani, otra menor afectada.
El contexto legislativo incluye también el papel visible de la primera dama Melania Trump. Desde abril, sostuvo reuniones con legisladores e intervino públicamente en defensa de esta causa, argumentando que el bienestar de los menores constituye una prioridad nacional. Durante la ceremonia de firma, subrayó la importancia de enviar un mensaje firme sobre la inaceptabilidad de estas prácticas.
Así, este nuevo marco legal no solo representa una respuesta inmediata a una amenaza digital específica, sino que sienta las bases para el desarrollo de políticas federales adaptadas a una era tecnológica en constante transformación. En un entorno donde la innovación supera con rapidez la regulación, este precedente puede influir en futuras decisiones legislativas enfocadas en proteger a la ciudadanía en el ámbito digital.
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