Ciudad Juárez,
Regina Rodríguez
Crédito foto: Pexels
Japón inició el año 2024 con el registro de un terremoto de magnitud de 7.6 grados el pasado 1 de enero en el oeste del país. El sismo activó la alerta de tsunami y ha recordado la catástrofe de Fukushima en 2011, en el cual un terremoto se convirtió en tsunami y causó la inundación de la planta nuclear Daiichi.
Según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), el país asiático tiene la red sísmica más densa del mundo, lo cual hace frecuente la presencia de sismos en este territorio. Por tanto, Japón es reconocido por el eficiente manejo de desastres a través de programas de instrucción ante la presencia de catástrofes.
Por tanto, el país cuenta con un programa permanente de prevención, en el cual las autoridades locales implementan medidas de concientización, informa la Biblioteca del Congreso Nacional de Chile (BCN). Cada organismo del Estado cuenta con roles y responsabilidades claras, por ende, se hace posible el trabajo conjunto con áreas de sectores públicos y privados, agrega BCN.
Tras Fukushima, el Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE), dio a conocer las lecciones aprendidas para la resistencia del desastre. Una de estas lecciones fue la importancia de las estructuras de respuesta, como lo demostró la cadena japonesa Lawson. La empresa llevó a cabo planes detallados de recuperación dos veces al año, lo cual hizo posible después de 4 días la reanudación en un 80% de sus líneas de producción y su centro logístico.
Otro de los factores que hacen a Japón un país eficiente ante la presencia de desastres, es la educación que reciben los ciudadanos desde corta edad. Desde la guardería hasta la universidad, los alumnos estudian las rutas de evacuación y aprenden las acciones para proteger su vida en caso de catástrofes, informa el sitio Web Japan. Asimismo, en septiembre se lleva a cabo la Semana de la Prevención de Desastres, en la cual los ciudadanos se preparan con suministros de emergencia y llevan a cabo entrenamientos de evacuación.
Del mismo lado, en 2015 el gobierno japonés publicó el Libro Blanco, en cuál se presentan políticas de prevención y alivio de desastres, tanto en el país como a nivel internacional. Así pues, Japón, un territorio vulnerable a los desastres naturales y uno de los más preparados ante las catástrofes, es también una de las fuentes de ayuda para que otros países puedan basarse en sus políticas de prevención y recuperación.